- Una de las empresas vinculadas a esa empresa es “Congeladora Oceánica S.A.C”, supuestamente dedicada a la extracción, procesamiento y comercialización de recursos hidrobiológicos.
- Otra de las empresas “hermanas” de Casamar es Inversiones Pesqueras Tacna. Está representada por Huáscar Ezcurra Zoeger y Antonio Fermín Arrascue Baca.
El representante legal de la entidad financiera que prestó el dinero a Grupomar para la inversión realizada por la empresa de capital internacional en la planta de Samanco, señala que los propietarios del complejo pesquero de Samanco utilizarían empresas “hermanas” para maquillar maniobras legales.
Mucho se ha escrito sobre el Complejo Pesquero Casamar y las innumerables controversias en las que está envuelto. Su máximo representante es José Boluarte Gylling, conocido por tener sentencias por daño agravado (edición del 25.02.2022) y enfrentar acusaciones que van desde multas por realizar pesca ilegal hasta poner precios exorbitantes para los pescadores artesanales (edición del 5.01.2022). Sin embargo, poco se sabe sobre la extraña estructura de empresas relacionadas con Casamar, que funcionarían en realidad como una fachada para que el complejo pueda maniobrar a su antojo. Pero tan importante como eso es conocer las personas detrás de esta red empresarial liderada por Casamar y que opera el Complejo Pesquero de Samanco.
Según detalla Gustavo Maslucán, representante legal de la financiera mexicana con la que ahora enfrenta un proceso legal Casamar, una de las empresas vinculadas a esa empresa es Congeladora Oceánica S.A.C (RUC 2049153398), supuestamente dedicada a la extracción, procesamiento y comercialización de recursos hidrobiológicos en todas sus presentaciones. Esta empresa fue formada por dos de los hijos del propio José Boluarte Gylling: José Antonio Boluarte Baca y María José Boluarte Baca.
Aun cuando ostentan cargos directivos en Congeladora Oceánica, ambos tienen labores reales en otras empresas: María José Boluarte es nada menos que Gerente General de la empresa francesa CLS Perú, especializada en la gestión y seguimiento satelital de flotas pesqueras, mientras que Jose Antonio Boluarte desempeña el importante cargo como Gerente de Sostenibilidad en Credicorp. Otro de los hijos de Boluarte Gylling, Vasco Rómulo Boluarte Baca, figura también como apoderado de la empresa y a la vez es un renombrado consultor senior en la minera Glencore.
Otra de las empresas “hermanas” de Casamar es Inversiones Pesqueras Tacna, de RUC 2063081278. Está representada por Huáscar Ezcurra Zoeger y Antonio Fermín Arrascue Baca figura como su actual apoderado. El primero estaría vinculado a un reconocido abogado socio en un poderoso estudio limeño, mientras que el último sería familiar directo de la esposa de José Boluarte Gylling.
Las tres empresas conforman una suerte de consorcio, siendo copropietarias del famoso complejo pesquero, según se lee en el Contrato de Asociación en Participación firmado entre estas tres empresas y la pesquera de capital mexicano, Grupomar. Sin embargo, “tanto Congeladora Oceánica como Inversiones Pesqueras Tacna parecen no presentar actividad alguna, ya que en los reportes de la clasificadora de riesgo crediticio Equifax figuran como de riesgo alto o medio, presentando deudas sin pagar por US$25.00 a proveedores de bolsas plásticas. Tampoco tienen ninguna actividad de comercio exterior en los últimos años. Ello daría cuenta de que no generan ingresos suficientes como para cancelar esos pagos de tan bajo monto” comenta Maslucán, a la vez que llama la atención sobre si, acaso, no se trata de empresas de fachada.
Tal como informamos en nuestra edición del 20.06.22, la financiera mexicana que prestó el dinero a la mexicana Grupomar para la inversión que realizaron en la planta de Samanco, intentó sin éxito recuperar los activos retenidos a su vez por la samanquina Casamar el pasado 18 de junio, debido a que el señor Boluarte montó una maniobra legal con el fin de dilatar la operación, aduciendo que había dado en usufructo la planta de Samanco a Inversiones Pesqueras Tacna SAC.
“Queda claro que todo queda en familia. La única función de estas dos empresas es maquillar las verdaderas intenciones de Casamar, como por ejemplo retener los equipos que son propiedad de otros, y que sus representantes -es decir los hijos y el sobrino de José Boluarte- se prestan para dichas maniobras. Una empresa que no paga US$25.00 a proveedores, dudosamente podría asumir un acuerdo de usufructo por el uso de equipos del complejo”, concluye Gustavo Maslucán.