Comerciantes informales:
Tras un proceso administrativo que no tenía porque prolongarse tanto, personal de la municipalidad distrital de Nuevo Chimbote procedió al desarmado y retiro de un puesto de madera dedicado a la venta de fruta, el cual se hallaba instalado en plena vía púbica invadiendo parte de la vereda que circunda el mercado Buenos Aires.
Según fuentes allegadas a la comuna neochimbotana, la invasión de este espacio público se produjo aprovechando la situación de emergencia que tuvo lugar durante los primeros días de la pandemia. No obstante que se trata de un espacio reservado exclusivamente para uso peatonal, lo cierto es que casi toda la vereda se halla ocupada por otros comerciantes que también se dedican a la venta de fruta.
En una actitud que pone en evidencia hasta qué punto puede llegar la osadía debido a la falta de autoridad, la persona que se hacía pasar como “dueño” del referido puesto de venta lo había arrendado a una tercera persona, beneficiándose con el cobro de 500 soles mensuales. Mismo dueño de la vía pública.
A decir verdad, toda la vereda que circunda este concurrido mercado de abastos se encuentraA invadida por vendedores informales, quienes tranquilamente sobrepasan el centenar. Pero también es cierto que la mayoría de ellos ya prácticamente han dejado de ser vendedores ambulantes. No se sabe si por propia iniciativa o con autorización de la comuna distrital, ahora han construido puestos de madera, con estructuras metálicas de por medio, y con instalaciones eléctricas expuestas al aire libre.
Y como quiera que el mal ejemplo es el que más prospera, la ocupación de espacios de uso público es una mala costumbre que se ha expandido hasta el óvalo La Familia. Este lugar, destinado al sano esparcimiento de las familias, está convertido ahora en una feria permanente con la presencia de vendedores de comida y dulces al paso. Por si fuera poco, existen en este lugar hasta tres paraderos informales de mototaxis.
En las dos cuadras de la avenida Pacífico que se extienden a continuación del óvalo con dirección a San Luis, funcionan asimismo varios locales dedicados a la venta y reparación de motos lineales y mototaxis. Sin que nada ni nadie se los impida, los propietarios de estos locales han invadido las veredas y las han convertido en una ampliación de sus negocios, obligando a los vecinos a desplazarse por la pista.
Pero por increíble que parezca, quienes se han encargado de poner cereza de la torta han sido los señores de la Primera y Segunda Fiscalía Provincial Corporativa, cuya sede se encuentra en las proximidades del óvalo La Familia. Frente a la puerta de esta dependencia del Estado, numerosos vehículos oficiales permanecen estacionados sobre la vereda, ocasionando el mismo malestar a los vecinos. Sin ánimo de crear falsas alarmas, sería bueno recordar que solamente en el transcurso de la última semana, dos personas de edad mayor han perdido la vida luego de ser atropelladas en inmediaciones del óvalo La Familia.
Salvo que estemos equivocados, nos parece que, paralelamente a las advertencias y sanciones que pudieran aplicarse, la municipalidad de Nuevo Chimbote debería insistir en una campaña masiva de concientización. Aquí sí se justifica utilizar todos los medios para hacer entender a la ciudadanía que las veredas y otros espacios peatonales, son de uso público y no tienen dueño.