ÁREAS PÚBLICAS
Las áreas públicas son un verdadero dolor de cabeza para los ciudadanos comunes y corrientes, pues siempre habrá personas que tratan de aprovecharse de esos espacios que no le pertenecen. La tarea para cautelar las áreas públicas es precisamente de la municipalidad del sector al que corresponde. Existen muchos ejemplos sobre la ocupación de determinadas áreas por personas que, a estas alturas, se les puede calificar con adjetivos no ideales. En estas páginas nos hemos referido a las denuncias de los vecinos de la urbanización Santa Rosa sobre la ocupación de aproximadamente ocho metros de área pública de un pasaje por parte de una persona que construyó en el área que no estaba indicada. El reclamo de los vecinos tiene más de una década. Hace unos días se ha producido el desalojo de un vendedor ambulante que ocupaba la vía pública delante de un negocio en el mercado Buenos Aires. Este es un caso que tiene muchas aristas porque lamentablemente lo dejaron ahí cuando se inició la pandemia, y ese lugar de menos de dos metros fue subarrendado. Al final, el dueño del negocio, es decir la tienda que se ubicaba en el lugar correcto, hizo la denuncia y la municipalidad optó por desalojar a los que ocupaban este lugar, después de una serie de reacciones donde señalaban que eran dueños de los puestos. Ocurre que, las veredas que circundan el mercado Buenos Aires están ocupadas, se encuentran los famosos fruteros en plena vía pública, los años pasan y no hay gestión que se anime a desalojarlos. Es la municipalidad del sector la que tiene que proceder al desalojo. En este caso, es la Municipalidad de Nuevo Chimbote la que está en la obligación de desalojar a todos los fruteros y comerciantes ubicados en la vía pública alrededor del mercado Buenos Aires. Aún se recuerda aquel desalojo de los ambulantes que se ubicaban alrededor del mercado Modelo en el centro de la ciudad, cuando en la entonces gestión del ex alcalde Guzmán Aguirre Altamirano, se procedió a desalojarlos. Esos comerciantes fueron reubicados en el hoy mercado Los Ferroles. Las áreas públicas la deben hacer respetar los gobiernos locales, deben tener autoridad sobre ellas y deben realizar todas las acciones posibles para imponer esa autoridad.
SANTA CRISTINA
La semana anterior, en la urbanización Santa Cristina de Nuevo Chimbote, los vecinos hicieron denuncias públicas para que el municipio de Nuevo Chimbote recupere las áreas públicas de dicha urbanización, pues en los actuales momentos se realizan los trabajos de pistas y veredas, que en muchos casos no se avanza con el proyecto porque las áreas públicas están ocupadas. Existe un restaurante y un colegio que están ubicados en áreas públicas por décadas. En el caso del restaurante se encuentra ubicado en las esquinas de la avenida Brasil y Anchoveta por 35 años; los mismos que tiene este medio de comunicación. Los vecinos protestan y con razón y no obtienen respuesta de ningún tipo. Han pasado todas las gestiones de alcaldes en Nuevo Chimbote y ninguno tuvo autoridad para solucionar estos problemas. Solo basta recordar, por ejemplo, durante la gestión de Francisco Gasco Barreto, se iba a producir la demolición de un inmueble que ocupaba el área pública en las esquinas de Pelicano y Pacífico; sin embargo, el sujeto instalado en dicho lugar, puso una cautelar y el municipio dio marcha atrás. Los años pasan, el calendario no se detiene y no hay alcalde que le ponga cascabel al gato. Los sinvergüenzas siguen ocupando en diferentes sectores la vía pública, porque lógicamente se aprovechan de la debilidad y falta de autoridad de los gobiernos locales. Ahora que estamos en pleno proceso electoral, quisiéramos escuchar a alguno de los candidatos a la municipalidad de Nuevo Chimbote tratar sobre este tema, y por lo menos hasta la fecha, ninguno lo ha hecho.
TERRENOS
En una nota de prensa de la Municipalidad Provincial del Santa se hizo referencia al alcalde Roberto Briceño Franco, durante la entrega de títulos de propiedad en el Asentamiento Humano Houston, en Nuevo Chimbote. Señaló el burgomaestre que, la gestión anterior, hizo entrega de dos mil títulos de propiedad; y en su gestión, en tan sólo un año se ha hecho entrega de diez mil. Nos parece correcto, pues la gerencia respectiva ha trabajado para poder llegar a esa cifra, que definitivamente es significativa, pero esperemos que, por ejemplo, tengan mucho cuidado en los casos de asentamientos humanos ubicados en terrenos privados. Hay hasta tres casos que están judicializados, pero hay uno en especial, como es el de Jessenia Dávila Barrón, a un costado de PPAO, que se encuentra sobre un terreno privado y que la municipalidad insiste en titularlo. Hay lugares donde no debe hacerse y se debe tener el sumo cuidado, sobre todo en estas épocas preelectorales.