Dr. Edhín Campos Barranzuela
Nuevamente el Poder Ejecutivo a través del Decreto Supremo 0131-2022-PCM publicado el pasado sábado 29 de octubre en el Diario Oficial El Peruano, ha considerado conveniente prorrogar el estado de emergencia en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao.
Según se ha dado a conocer en el nuevo marco normativo, el propósito, es continuar con las operaciones dirigidas a reducir las acciones delictivas cometidas por delincuentes comunes, bandas organizadas, a fin de fortalecer la seguridad ciudadana a en ambas localidades del país.
La prórroga del Estado de Emergencia es por el término de 45 días calendarios y ha empezado desde el 31 de octubre y se extenderá hasta el próximo 15 de noviembre del presente año.
El nuevo texto normativo, materializado a través del Decreto Supremo 0131-2022-PCM, establece que la Policía Nacional del Perú de conformidad con el artículo 137 de la Constitución Política del Estado, mantiene el control interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
De la misma forma, se regula el uso de la fuerza de ambos institutos dentro de ambos territorios nacionales, respetando los derechos constitucionales y garantías procesales de los ciudadanos.
En tal sentido, es importante precisar que una declaratoria de estado de emergencia, se autoriza cuando existe perturbación de la paz social y el orden interno y lleva consigo la suspensión de algunos derechos constitucionales relativos a la libertad de tránsito, la libertad de reunión, la seguridad personal y la inviolabilidad de domicilio.
De la misma forma, importa también la intervención de los tres institutos de las fuerzas armadas para coadyuvar en el trabajo de prevención e investigación asignada a la Policía Nacional y servirá como agentes disuasivos para evitar la comisión de hechos punibles, sobre todo en zonas consideradas “rojas“ de la capital de la República y de la Provincia Constitucional del Callao, frente a la comisión de alto porcentaje delictivo.
Actualmente, se viene viviendo en el Perú alarma, zozobra y terror por el incesante incremento de la ola delictiva, estas cifras se ven incrementadas diariamente y la verdad es ya estamos en una preocupante espiral de violencia, pues a diario observamos por los diferentes medios de comunicación la comisión de diversos ilícitos penales y desde luego por la constitución de nuevas bandas y organizaciones criminales cada vez más frías y violentas, lo que demuestra que nos encontramos viviendo en tiempos difíciles.
No cabe duda, que estamos tocando fondo, pues a aparte de los problemas sanitarios por la terrible cuarta ola, la viruela del mono y la situación económico social e inestabilidad política, se agrega otro de los principales problemas que tenemos, que es la grave inseguridad ciudadana.
Debido a esta caótica situación que vivimos, la propia Policía Nacional debe diseñar verdaderamente un plan de emergencia para combatir la delincuencia, pues pese a la declaratoria de emergencia que tenemos desde el inicio de la pandemia, hasta la fecha no se ven resultados objetivos y la verdad que esa situación de “statu quo” es muy preocupante.
En tal sentido, frente al incremento de la ola delictiva, se propone reiniciar el patrullaje motorizado, vehicular y peatonal, así como también la realización de operativos inopinados, en donde se solicite un permanente control de identificación a los ciudadanos, para poder tomar conocimiento si tienen antecedentes penales, judiciales y policiales, lo que probablemente ocasionará malestar en cierto sector de la población, empero se podrían conseguir importante capturas, pues por algo se tiene que empezar.
No cabe duda, de lo que se trata, es que se debe intervenir a las bandas y organizaciones criminales que hoy pululan por toda Lima y el Callao, pues a decir de diversos estudios jurisprudenciales realizados por el magistrado Víctor Prado Saldarriaga, las organizaciones criminales tienen las siguientes características:
– Tienen una estructura de configuración piramidal.
– Tienen un mando central con capacidad decisoria.
– Presentan un complejo grado de organización.
– Existe estabilidad y permanencia.
– Su objetivo central es el beneficio económico.
Según, se ha dado a conocer la mayor cantidad de hechos punibles, se perpetran en una moto lineal o moto taxi y normalmente se ha podido advertir que los facinerosos actúan en pareja, a mano armada y están dispuestos a todo, si se opone resistencia a sus ilícitas actividades.
A la fecha, se continúan perpetrándose estos ilícitos, en donde los facinerosos cometen delitos contra el patrimonio en manada, es decir un grupo de hampones en la calle que roban todo lo que encuentren a su paso, es algo así como las barras bravas, que aprovechándose de la cantidad de personas, arrebatan a sus víctimas celulares, carteras, cartucheras, dinero, tarjetas de crédito, ropa, etc.
Esta modalidad, se realiza en cualquier hora y se aprovechan del tumulto y de la rapidez de sus actos para cometer sus fechorías, de tal manera que cuando llegan los efectivos del serenazgo o la Policía Nacional ya no se encuentran y solo se puede contar, si es que hubiere con el registro fílmico.
A partir de la fecha, se tienen nuevos 45 días para poner en funcionamiento un Plan Operativo de prevención, investigación y sanción contra toda modalidad delictiva existente en Lima y Callao, pues las cifras van en crecimiento y nada denota una disminución en su cometido, es por ello que es urgente que los representante del Consejo de Estado, que involucra a los 03 presidentes de los poderes del Estado, cumplan con hacer respetar las políticas públicas relacionadas con el combate a la delincuencia y criminalidad organizada existente en el país.