Editorial

GATO POR LIEBRE

Algo de nunca acabar:

Lo que vamos a comentar es algo que conoce a la perfección hasta el más modesto ayudante de albañil. Para dar conformidad  a la  ejecución de una obra pública y proceder luego a suscribir el documento de recepción, ésta tiene que estar concluida al cien por ciento. Y no solo eso. Es imprescindible además que, previamente, tanto el organismo responsable de la ejecución como la empresa contratista, concuerden en aceptar que la obra se ha ejecutado tal y conforme lo señala el respectivo expediente técnico.  El plazo de ejecución, la calidad del material empleado y todas las demás especificaciones técnicas  necesitan ser confrontadas, y quedar verificadas a la vez, en forma satisfactoria.

A partir de esta formalidad, resulta incomprensible enterarnos a estas alturas que la Autoridad de Reconstrucción Con Cambio, ARCC, haya recepcionado en abril del presente año  la obra de reconstrucción  de la institución educativa  “Antenor Sánchez” del pueblo joven La Unión,  sin que se haya concluido la construcción del cerco perimétrico.  Hasta donde hemos podido conocer, el cerco es una de las especificaciones básicas que, sin exagerar,  aparece en el expediente técnico en letras mayúsculas.

Empero, según el Informe dado a conocer por la Contraloría General de la República, de fecha 11 de octubre, el cerco perimétrico de la institución educativa “Antenor Sánchez” está inconcluso. Solo se han construido  los tramos correspondientes a la parte izquierda y posterior, mientras que en la parte restante, el  antiguo cerco solo ha sido objeto de una burda rehabilitación, es decir lo han “parchado” y nada más. No se explica asimismo cómo es que el 11 de mayo del presente año, la Unidad de Gestión Educativa, UGEL Santa, haya aceptado la transferencia de la obra sin advertir esta grotesca omisión.

Como bien lo ha advertido el órgano de control del estado, esta deficiencia, aparte de ser causal de una penalidad,  pone en  riesgo inminente la seguridad e integridad de la comunidad educativa así como la custodia del mobiliario y equipamiento del plantel.  Y esa es una verdad latente e incuestionable.  La falta de un cerco bien construido es una invitación a los amigos de lo ajeno para que ingresen a las instalaciones del plantel  como Pedro en su casa y carguen tranquilamente con todo lo que encuentren a su paso. Más de los días, numerosas instituciones educativas de la ciudad son víctimas del robo de computadoras, material didáctico y  hasta insumos de aseo.

Por otro lado, según se ha podido conocer esta obra se inició con un  presupuesto de  11 millones 176 mil 270 soles, pero al final esta cifra se ha incrementado a  44 millones 044 mil  534 soles. Más del 300 por ciento.  Eso quiere decir que ha habido  tiempo y dinero suficiente para tomar todas las precauciones del caso y evitar que se produzca esta clase de desaguisados que tanto daño le hacen no solamente a la gestión pública sino también a la calidad educativa.

La obra del  colegio “Antenor Sánchez” forma parte de un paquete de 74 instituciones educativas que  el Programa de Reconstrucción con Cambio viene ejecutando a nivel nacional  bajo la modalidad de gobierno a gobierno, concretamente en alianza con el Reino Unido e Irlanda del Norte. No está bien por eso que hechos como el que motiva este comentario pongan en riego los beneficios de la cooperación internacional. No es posible que con tanta facilidad algunos organismos del estado acepten gato por liebre.