Tras 35 años perdidos:
En declaraciones proporcionadas a la influyente revista “Semana Económica”, la ministra de Agricultura y Riego Nelly Paredes del Castillo ha dicho que las gestiones claves y decisivas para lograr el desarrollo del proyecto especial Chinecas, se harían mediante la modalidad de gobierno a gobierno, esto es en un paquete de proyectos en el que también estarían incluidos la represa de Palo Redondo (Chavimochic), el proyecto Río Zaña, la represa del Valle Tambo y la represa Media y Baja del Río Cunas.
Sin vacilaciones y en clara referencia a una mejor suerte que podría esperarle al proyecto Chinecas, la titular de agricultura ha sostenido “estamos viendo la posibilidad que nos lo puedan trasladar para ponerlo en un mismo paquete de gobierno a gobierno”. Eso significa que, después de quince años perdidos en manos del gobierno regional de Ancash, el proyecto Chinecas tiene la oportunidad de volver, como el hijo pródigo, a los fueros del gobierno central.
Si esto se produce, estaríamos hablando de una medida de rectificación justa y necesaria ya que nunca es tarde para admitir y corregir un error. La experiencia vivida ha servido para demostrar que Chinecas jamás debió apartarse del gobierno central y menos ser transferido al gobierno regional de Ancash. Peor error, no ha podido haber.
Durante los quince años que todavía permanece en manos del gobierno regional de Ancash, desde aquel aciago 19 de junio del 2007, el destino de Chinecas está marcado por una sucesiva retahíla de contramarchas que lo mantiene como el único proyecto nacional maniatado en su propio laberinto.
Ha sido a lo largo de estos quince años que Chinecas ha sufrido la invasión deliberada de más de 3 mil hectáreas, mientras que sus funcionarios no han sido capaces durante todo este tiempo de elaborar un solo estudio técnico que sustente con creces la viabilidad del proyecto. Ya van quince años que el proyecto Chinecas permanece detenido en un punto muerto.
Ha sido también a lo largo de estos tres quinquenios que el gobierno central excluyó de su agenda el tema de Chinecas, concentrando su atención en el avance de otros proyectos que han sacado enorme ventaja bajo la gestión directa del gobierno central. En condiciones como ésta ¿se puede hablar con propiedad de descentralización y desarrollo regional?
Hasta donde es posible deducir, da la impresión que con relación al tema del proyecto Chinecas, la actual gestión regional ha llegado al poder con la mente en blanco y las manos atadas; hecho que crea mayor incertidumbre y aleja aún más las esperanzas de hacer realidad el proyecto.
Si lo que se quiere es hacer caminar a Chinecas, no queda otra cosa que decidirse por una saludable rectificación. Y para eso hay que empezar por romper las ataduras que lo mantienen ligado al gobierno regional. En ocasiones como ésta, rectificarse no es volver pasado. Es más bien dar la cara al futuro. No hacerlo equivaldría perder otros quince o treinta años más. De eso no cabe ninguna duda.