Reserva natural en peligro:
Dar por aceptado que los incendios que más de los días arrasan con los Humedales de Villa María, son producto de la casualidad o del calor reinante, sería tan ingenuo como creer que son causados por la caída de un rayo o el paso de un cometa. En opinión de nuestros amigos bomberos, quienes tienen que combatir estos siniestros un día sí y otro también, los pavorosos incendios que están arrasando poco a poco con esta reserva natural, son provocados deliberadamente por la mano del hombre. En este mismo espacio de opinión y en más de una oportunidad, hemos coincidido con el punto de vista de los hombres de rojo.
Por otro lado, los moradores que tienen sus viviendas a poca distancia del lugar donde se producen los incendios, no solamente comparten la opinión de los bomberos con pleno conocimiento de causa. También tienen que respirar durante largas horas una densa humareda, sobrecargada de ceniza, que afecta peligrosamente la salud de todo el vecindario, especialmente de niños y personas de la tercera edad. Todo ello, con el riego inminente de en que en cualquier momento, las lenguas de fuego alcance sus viviendas.
No deja de llamar la atención que estos incendios forestales tengan algo en particular. Los focos de origen son zonas donde la vegetación natural ha sido talada horas antes y, para poder regenerarse, necesita de un abono natural, es decir su propia ceniza. Lo que sí llama la atención es que, durante y después de cada incendio, los representantes de la Fiscalía Ambiental, Policía Ecológica, OEFA y del Servicio de Flora y Fauna del ministerio de Agricultura, siempre brillan por su ausencia.
Exactamente lo mismo sucede con los representantes de las ONG e instituciones ambientalistas, que solo aparecen para la foto, aunque en otros escenarios. La última vez que se pudo ver a algunos de estos personajes fue luego de la depredación de la que fue objeto una extensa zona de flora silvestre ubicada dentro de los linderos de la Base Naval de Chimbote, hecho que pudo salir a la luz gracias a una información publicada por el Diario de Chimbote. Después de posar para la foto y ofrecer toda clase de discursos, hasta hoy no han vuelto a aparecer. Y tampoco se sabe qué quedó la denuncia fiscal.
Por otro lado, se ha podido conocer que son varios los empresarios privados que, hace ya buen tiempo, han obtenido licencia por parte de la municipalidad provincial del Santa para cercar con ladrillo y cemento extensos lotes de terreno ubicados precisamente dentro de la zona de los humedales, incluyendo la zona de Tres de Octubre donde hace dos días de produjo otro pavoroso incendio. Como se sabe, esta zona también es conocida como Parque Metropolitano y, como tal, tiene la condición de reserva natural intangible. Siendo así, quiere decir que estamos ante una depredación institucionalizada.
Es hora entonces de considerar muy seriamente la necesidad de emprender cuanto antes una campaña de sensibilización en defensa de este patrimonio ecológico, empezando por llegar a la conciencia de nuestras principales autoridades.
Los humedales de Villa María es el hogar de una invalorable reserva de flora y fauna silvestre, indispensable para mantener a salvo la salud ambiental y el equilibrio ecológico de Chimbote y Nuevo Chimbote. Un tesoro de vida silvestre, que cualquier otra ciudad del mundo daría la vida por poseerla. Sería imperdonable permitir que los humedales se hagan humo.