Editorial

¿Y DÓNDE ESTÁ LA FISCALÍA ANTICORRUPCIÓN?

En una decisión que ya que se veía venir desde hace  cierto tiempo  atrás, la Fiscalía  Anticorrupción  de Ancash acaba de solicitar 18 meses de prisión preventiva contra el ex alcalde de la municipalidad distrital de San Marcos, provincia de Huari, Christian Jhon Palacios Laguna, y varios de sus principales ex funcionarios, por el delito de colusión agravada en perjuicio del Estado.

La drástica pero necesaria medida restrictiva, ha sido adoptada  ante los elementos probatorios  del delito de corrupción que se han obtenido tras una paciente  investigación de la obra Mejoramiento de la Plaza de Armas del Distrito de San Marcos. Ésta se inició con un presupuesto de S/ 4´414,630.75 pero al final se incrementó a la suma de S/5´888,696.10 (25% más). En opinión de los fiscales a cargo de la investigación, dicho incremento  carece de todo sustento técnico.

Como  no podía ser de otra manera, la orden de prisión preventiva contra el ex alcalde ha causado justificado beneplácito entre los pobladores del distrito de San Marcos. Medidas de esta connotación,  devuelven la confianza del común de la gente en la idoneidad e imparcialidad de algunas autoridades encargadas de administrar justicia.  Con mayor razón, por ser  la municipalidad de San Macos la que registra numerosos casos de corrupción; posiblemente por ser la comuna que más dinero recibe a nivel nacional por concepto del canon minero; pues el gigante de la minería peruana, Antamina, tiene su centro de operaciones en esa afortunada jurisdicción.

Sin embargo, resulta  desconcertante que esa misma vocación por  proteger los intereses del Estado, no se advierte en los fueros de la Fiscalía Anticorrupción de la provincia del Santa. Abundan  pruebas para  llegar a esta conclusión. Un ejemplo: según más de un informe evacuado por la Contraloría General de la República, la obra de remodelación del bulevar  Isla Blanca, se inició con un presupuesto  que no sobrepasaba  1 millón 200 mil soles. Al final el presupuesto se incrementó a casi 7 millones de soles, es decir 6 veces más, a pesar que solo se remodelaron dos de las seis cuadras que tiene este céntrico espacio de uso público…¡y todo se hizo con material de la más baja calidad!.

Aún así el ex alcalde responsable de la remodelación, tuvo la desfachatez de dar por “recepcionada” la obra e inaugurarla pomposamente,  no sin antes  cambiar en forma tendenciosa el nombre de Bulevar Isla Blanca por el  de Paseo de la Cultura. Hasta hoy se desconoce asimismo a dónde ha ido a parar la costosa reja de acero  que protegía las seis cuadras del bulevar. Alguien tiene que responder por eso.

Si a este percance sumamos la vergüenza que significa para la ciudad de Chimbote la forma en la que ha terminado la obra de la avenida Costanera,  con 20 millones de soles echados al agua, tenemos  razones más que suficientes para concluir que la Fiscalía Anticorrupción no mide a todos con la misma vara. Decenas de familias que viven a los largo de la avenida Costanera, se levantan y anochecen  con la sicosis de ser afectados por el oleaje marino.

Otro de los temas que ya estamos cansados de reclamar en todos los idiomas, se refiere  al caso del canal San Bartolo, obra por la que se pagó  20 millones de soles adicionales y que ya lleva doce años empolvándose en el olvido. ¿Dónde está la Fiscalía Anticorrupción?