Ha transcurrido exactamente 250 años, desde que los primeros chimbotanos eligieron a San Pedro, el pescador de Galilea y primer Papa de la Iglesia Católica, como santo patrón de Chimbote. Una crónica escrita el 13 de mayo de 1774 por el cura de Santa, Valentín Noel de Rojas, consigna textualmente que “la villa de Santa tiene un anexo nombrado Chimbote, en donde concurren y residen cuatro o seis indios y otros varios fraileros, que vienen a la pesca y juntos celebran al apóstol San Pedro…”.
Gracias a la tradición oral, esa enciclopedia que viaja por el tiempo, transmitida de generación en generación, se sabe asimismo que los primeros pobladores de Chimbote, todos ellos dedicados a la pesca, no dudaron en elegir a San Pedro como guía y patrón espiritual. Gracias a sus bendiciones, la bahía de Chimbote era un paraíso rebozante en especies marinas. La pesca era tan pródiga y abundante que gran parte de ella tenía que ser salada, para así poder intercambiarla con productos agrícolas y animales domésticos, procedentes de los valles de Santa, Lacramarca y Nepeña.
Referencias históricas dan cuenta de una primera capilla de esteras donde se veneraba al santo patrón, que se levantó al norte de la bahía, junto al desaparecido Cerro Colorado. Las mismas fuentes revelan que fue por esa época, cuando se hizo una colecta para comprar una efigie del santo en la ciudad de Trujillo.
Cuando al cabo de unos días, los encargados de la compra retornaron a Chimbote, lo hicieron trayendo consigo una efigie más pequeña que la de tamaño convencional. Aparentemente, el dinero de la colecta no alcanzó para más. Eso, por supuesto, no fue motivo de la menor objeción. La devoción que los antiguos chimbotanos sentían por su santo patrón, ya era mucho más grande que cualquier circunstancia o eventualidad pasajera. Desde entonces, el cariñoso nombre de San Pedrito pasó a ocupar un lugar muy especial en el alma y el corazón de todos los chimbotanos.
Entrelazada con lo más profundo de nuestras raíces históricas, la celebración de San Pedrito no solamente forma parte de nuestra identidad cultural y espiritual. Su significación y trascendencia, han traspuesto los límites de la ciudad y han sido reconocidas a nivel nacional.
Mediante ley N°16597 promulgada el 22 de junio de 1967, se creó la Semana Cívica de Chimbote, en homenaje a nuestro santo patrón. Asimismo, el 11 de mayo del 2018, el Ministerio de Cultural emitió la resolución viceministerial N° 063 que declara a la festividad de San Pedrito como Patrimonio Cultural de la Nación. Finalmente, el 15 de mayo del 2019 se promulgó la ley N° 30995, que declara de interés nacional esta tradicional celebración. Para nuestra satisfacción, la festividad de San Pedrito es ahora un evento que figura en el Calendario Turístico Nacional que promueve PROMPERU.
En estos días de merecido jolgorio popular, compartimos el sentimiento unánime del pueblo de Chimbote, del que formamos parte, y desde estas páginas renovamos nuestra fe para que, el “anexo de la villa de Santa” de hace 250 años, se consolide como la ciudad que soñaron sus fundadores. Estamos contigo San Pedrito.