Pese a que intentó por todos los medios, Sporting Cristal solo consiguió empatar 0-0 con Emelec de Ecuador en el partido de vuelta por los play off de la Copa Sudamericana y, de esta forma, se despidió del torneo continental.
El cotejo se disputó esta noche en el estadio George Capwell de Guayaquil y los “celestes” tenían la obligación de ganar por un gol para forzar la tanda de los penales. El partido de ida, en Lima, finalizó 1-0 a favor de los ‘eléctricos’ de Ecuador.
Desde el inicio del cotejo, los dirigidos por Thiago Nunes plantearon un juego ofensivo, con Yoshimar Yotún administrando el balón hacia las bandas y con servicios en profundidad, con el respaldo de Nicolás Pasquini y Leandro Sosa.
En la línea de ataque, Brenner fue contenido por la sólida defensa ecuatoriana, donde impusieron condiciones el central Aníbal Leguizamón y Bryan Carabalí por la zona izquierda.
Apenas en el minuto 3, Sosa culminó una escapada por el sector derecho con un disparo cruzado desde el borde del área que demandó una estirada del portero ecuatoriano Pedro Ortiz.
Diez minutos después, en el 13’, un cabezazo de Gianfranco Chávez tras un servicio de tiro libre ejecutado por Yotún, pasó muy cerca del parante derecho del arco ‘eléctrico’.
La oportunidad más clara para Emelec llegó en el minuto 39, cuando Carlos Villalba conectó de cabeza contra el piso y el portero ‘celeste’ Renato Solís dio rebote. El balón quedó a disposición del atacante local, pero Villalba disparó hacia las nubes.
Segundo tiempo
En el minuto 60, el rimense Franco Medina resolvió un desborde por derecha con un centro al corazón del área, donde esperaba Alejandro Hohberg. Frente a frente con Ortiz, el ‘celeste’ conectó con la sien y envió el balón al saque de meta.
En los diez minutos finales del partido, Cristal intentó emparejar la llave con ataques por las bandas, donde destacó Joao Grimaldo, y con centros para que aprovechara su potencia Washington Corozo. Pero todo fue infructuoso.
Con este resultado, Sporting Cristal le dijo adiós a la Copa Sudamericana y puso punto final a la participación de los equipos peruanos en torneos continentales, una campaña global que deja sinsabores y una lección clara sobre la necesidad de mejorar el torneo local para hacerlo más competitivo. Las salidas y el roce internacional solo colocan a cada uno en su verdadero nivel deportivo.