Editorial

TODOS CONTRA TODOS

Chinecas:

En su Mensaje a la Nación con motivo del 202° Aniversario de la Independencia Nacional, la presidenta de la república Dina Boluarte Zegarra, haciendo eco al clamor de nuestros vecinos de la región  La Libertad, ha confirmado  que el gobierno central ha considerado prioritario  impulsar la construcción del reservorio Palo Redondo, ello a fin de asegurar la dotación de agua que requiere el proyecto de irrigación Chavimochic  que, como se sabe,  está en vísperas de ser destrabado para  iniciar la ejecución de su III Etapa.

A partir de los cálculos y demás estimaciones oficiales que se hallan sobre la mesa y que son de amplio dominio público, la III Etapa del proyecto liberteño tendrá un enorme impacto en la economía nacional y no solamente en la zona norte del país. En números reales, significa la incorporación al agro de 50 mil nuevas hectáreas de cultivo,  así como la generación de 150 mil nuevos puestos de trabajo y el incremento de las exportaciones entre 15 y 20 mil millones de dólares al año.

Pero para  que nuestros vecinos de La Libertad, hayan podido acceder a estos beneficios  no todo ha sido fácil pero tampoco difícil, ni extremadamente complicado. A lo largo de los últimos 37 años, ellos han gozado de tres factores  básicos y determinantes. El primero de ellos es  voluntad política. Segundo, prácticas efectivas de gestión pública. Tercero, promoción y  cultura empresarial.

En base a la convergencia de estos tres elementos determinantes, nuestros vecinos  han cerrado filas con miras a conseguir un solo objetivo: sacar adelante Chavimochic, cueste lo que cueste, pase lo que pase. Y cuando las cosas se emprenden haciendo una sola fuerza, los buenos resultados no se hacen esperar.

Desde el 7 de setiembre de 1986, cuando Alan García mandó al tacho el Proyecto Río Santa y dispuso que, tanto Chavimochic como Chinecas, bailen cada uno con su propio pañuelo, la voluntad política quedó sellada  a favor del proyecto liberteño. Ha sido a partir de este verticalismo político que los organismos públicos correspondientes, llámense ministerio de Agricultura, INADE, ANA, COFIDE, etc., han tenido que cumplir al pie de la letra órdenes de arriba, con los resultados que ahora todos conocemos.

No se puede negar asimismo que, en la consolidación de estas ventajas, mucho ha tenido que ver la participación del gobierno regional, así como de la representación parlamentaria, el sector agrario organizado  y la sociedad civil de La Libertad. Por lo demás, ni una sola hectárea de Chavimochic está en poder de invasores. Allá todos los agricultores -grandes, medianos y pequeños-  han pagado al estado el justiprecio por la tierra que poseen y pagan puntualmente el consumo de agua. Diríase que allí rige aquello de: uno para todos y todos para uno.

Es muy penoso por eso tener que aceptar  que en su mensaje a la nación, la primera mandataria no haya mencionado para nada al proyecto de irrigación Chinecas. Como sucede desde hace 37 años, éste ha desaparecido de la agenda regional y nacional. Solo se habla de él cada vez que hay elecciones o  cuando  alguien quiere que su nombre y su foto aparezcan en las primeras planas de los medios de comunicación y en las redes sociales.

Con una representación parlamentaria que  vive del estado pensando en otra cosa, con una gestión regional que no tiene rumbo  y con más de 2 mil invasores que imponen su voluntad a las autoridades regionales, difícilmente se puede predecir cuál será el futuro de Chinecas. De lo único que podemos estar seguros es que, a diferencia de otros lugares, aquí la cosa es: todos contra todos.