La erosión en la bahía de Chimbote ha llegado al extremo de que el enrocado necesita otro enrocado para protegerse. Este proceso avanza tan rápido que en unos cuantos años gran parte de la franja costera necesitará reforzar con un doble muro de rocas para evitar que parte del casco urbano sea afectado enormemente por las aguas.
Así informa de manera textual una nota de prensa de la Universidad Nacional del Santa donde el catedrático Rómulo Loayza Aguilar ha difundido en una revista científica sobre la contaminación y erosión de la bahía el Ferrol.
La erosión, amenaza con su efecto destructivo. En 1976 y 1977 se construyó el primer “enrocado” (desmonte), que solo agravó el problema. En 1990 se colocó rocas y en el 2004 se reconstruyó el enrocado desde el jirón G. Moore y el jirón Tumbes. Recientemente se ha colocado un enrocado para proteger el enrocado frente a la plaza 28 de Julio porque la erosión avanza fuerte.
El catedrático explica que este problema se origina porque en la zona industrial hay una gran cantidad de infraestructuras que evitan la sedimentación y las corrientes avanzan desde el lado sur a norte ganando más espacio marino. “Hay unos 11 muelles, uno de los cuales tiene casi un kilómetro de longitud. Esto evita que la deriva marina transporte arena de sur a norte. Si no se decide evaluar qué es más importante, retirar algunas infraestructuras para desacelerar la erosión, en unos años habrá menos espacio”, afirmó.