Opinión

NI EL DISCURSO NI EL DESFILE CUMPLEN CON EL OBJETIVO DE RELANZAR LA ECONOMÍA NACIONAL

Por: GIANCARLO PERALTA (*)

Las celebraciones de Fiestas Patrias han representado una oportunidad para que la presidente Dina Boluarte se presente ante la ciudadanía como una mandataria que está realizando muchas cosas. Por eso la extensión y duración del mensaje de 28 de julio ante el Congreso de la República; y al día siguiente continuó el alarde de magnificencia con la Gran Parada Cívico Militar. Como nunca se había visto, todas las fuerzas armadas, policía nacional, civiles de las diferentes instituciones del Estado desfilaron ante ella por más de cinco horas.

¿Cuáles fueron los objetivos cumplidos? Primero, transmitir al pueblo que su mandataria sí está trabajando y haciendo enormes esfuerzos para que el Perú continúe avanzando, recuperando el tiempo perdido que representó la administración de su antecesor Pedro Castillo, aunque ella formó parte de ese gobierno. Segundo, que la presidente tiene el control de la situación, las fuerzas armadas y policía están cumpliendo con su compromiso de subordinación ante el poder político, según lo establece la constitución. Además, empleados públicos de diferentes dependencias se han hecho presente en el desfile, entre otros.

Ni el discurso ni el desfile cumplían el objetivo de relanzar la economía nacional ni dar un mensaje claro de qué hacer para atraer inversiones, generar empleo y reducir la pobreza. La finalidad, al parecer, ha sido ganar tiempo, transmitirle a la oposición la decisión gubernamental de permanecer hasta el 2026, más allá de las protestas que –valgan verdades– protagonizó un grupo reducido de ciudadanos.

Por otro lado, Boluarte también anunció que promulgarán una serie de decretos legislativos que buscarán mejorar los servicios públicos en general. Sin embargo, un gran número de analistas consideran que las buenas intenciones pueden existir, pero la capacidad de su implementación dependerá de los liderazgos que estén a cargo de cada una de las dependencias del Estado. Y allí subsisten las dudas por lo elefantiásico del aparato estatal y el cruce de competencias entre sí.

En otro pasaje del discurso, Boluarte anunció el aumento del sueldo mínimo, como quien lanza un anzuelo de esperanza para los sectores menos favorecidos. Pero lo cierto es que, sin una decisión a favor de la inversión, la economía no se va a recuperar. ¿Qué sectores les interesan a los inversionistas? Principalmente el minero, y esto es fácilmente corroborable cuando se analizan las exportaciones. El mundo ve al Perú como un proveedor relevante de productos mineros. En consecuencia, Boluarte debe tomar una decisión respecto de los más de US$ 50,000 millones que la minería está dispuesta a invertir de manera descentralizada en el país. Sin embargo, sin el respaldo decidido del gobierno, estos recursos se dirigirán hacia otros destinos.

Lo que sí se puede afirmar con certeza respecto del mensaje gubernamental y el desfile es que cumplieron eficientemente su labor de parafernalia, distracción y adosamiento ciudadano.

(*) Publicado en El Montonero (www.elmontonero.pe)