Por: IVÁN ARENAS (*)
Días atrás, durante su mensaje a la nación, la presidente Dina Boluarte indicó que para el segundo semestre del 2023 “serán viabilizados proyectos estratégicos de infraestructura”, entre ellos los puertos, aeropuertos y vías ferroviarias. De las palabras de la presidenta se entiende que será la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) la institución que tendrá un importante rol en la viabilidad de estos proyectos.
No obstante la buena nueva para avanzar hacia la consolidación de infraestructuras de transporte, es necesario conocer mucho más sobre algunos de los procesos. Entre ellos la licitación para el proyecto de modernización del Terminal Portuario de Chimbote (TPCH), que, dicho sea de paso, se acaba de cumplir diez años desde que pasó a manos del Gobierno Regional de Áncash. Lo explico a continuación al detalle.
En ProInversión existen ahora dos propuestas de proyectos para la modernización del TPCH. Si bien en febrero pasado desde ProInversión se anunció que existe un proyecto de alianza público privada para la modernización del puerto, valorizado en US$ 144 millones, vale añadir que también existe otra oferta de iniciativa privada (presentada por Mota-Engil) para la modernización integral y completa del TPCH, y que además representa más del doble de inversión que la primera (¡US$ 330 millones!)
Antes de continuar es importante indicar lo siguiente. Hace más de un año, Mota-Engil presentó una primera iniciativa para la modernización de TPCH; no obstante, se ha actualizado debido a algunas recomendaciones que realizaron tanto ProInversión como la Autoridad Portuaria Nacional (APN), dependiente del Ministerio de Transportes.
Si bien todo indica que la propuesta presentada por Mota-Engil supera al proyecto ofertado por la otra empresa –tanto por el monto de inversión (US$ 330 millones frente a US$ 144 millones) como por proyección y componentes que incluye la construcción de terminal de carga general, terminal multipropósito y terminal de combustible– se sugiere que ProInversión haga una evaluación y se informe a la población chimbotana sobre las características de ambas propuestas.
Por ahora sabemos que el proyecto de Mota-Engil –denominado exactamente Terminal Portuario Internacional Multipropósito del Santa– tiene varios beneficios para la región ancashina, así como para regiones contiguas como La Libertad y Lima Provincias. Además incluiría a más de cuatro millones de personas, y lograría convertir a Chimbote en un clúster comercial, productivo, minero y agroexportador, dinamizando la economía local y generando empleos.
Según la Ley de Alianzas Público Privadas, si durante el plazo de presentación de una iniciativa se presentara más de un proyecto orientado a satisfacer el mismo objetivo, “se debe evaluar ambos proyectos y optar por aquel que genere mayor valor”. En ese sentido, se requiere que ProInversión no dé por aprobada ninguna propuesta sin que antes se conozca, como líneas arriba lo indicamos, las principales características y beneficios de cada una.
El suscrito ha recorrido en los últimos días la región Áncash, un departamento que espera de una buena vez la tan ansiada modernización del TPCH. Pero eso sí, con transparencia y con mucha información. Estaremos atentos.
(*) Publicado en El Montonero (www.elmontonero.pe)