Editorial

PRO INVERSIÓN Y TERMINAL PORTUARIO

La Agencia de Promoción de la Inversión Privada, PROINVERSION, ha respondido un cuestionario presentado por el Diario de Chimbote, relacionado con la gestión que viene llevando a cabo este organismo del Estado con miras la modernización y concesión del Terminal Portuario de Chimbote.

En respuesta a una de nuestras interrogantes, la agencia Pro Inversión ha confirmado que, efectivamente, son dos las empresas internacionales, ambas de reconocida experiencia en gestión portuaria, las que han presentado su respectiva Iniciativa Privada Autofinanciada (IPA) para participar de esta gestión.  La primera de estas iniciativas ya ha sido admitida a trámite, en tanto que la segunda todavía se encuentra en proceso de evaluación.

Respondiendo a otra de nuestras interrogantes, Pro Inversión ha informado que, una vez cumplido este procedimiento, se solicitará la opinión del Ministerio de  Transportes y Comunicaciones a efectos de corroborar que la modernización y concesión del Terminal Portuario de Chimbote, realmente responde a la política de desarrollo nacional en materia gestión portuaria.

Pero no es todo.  Para dar por aprobado este primer paso de la gestión, es indispensable asimismo contar con la opinión, esta vez de carácter estrictamente técnico, por parte de la Autoridad Portuaria Nacional. De acuerdo con lo informado, el resultado de este primer tramo de la gestión, se conocerá en el transcurso del segundo trimestre del 2024.

Una vez conocido este resultado, será sometido a una nueva ronda de opiniones, no solo por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones sino también del Organismo Supervisor de Inversiones en Transporte (OSITRAN) y finalmente  del Ministerio de Economía y Finanzas. Recién a partir de estas consultas, se convocará el concurso para adjudicar la bueno pro y finamente suscribir el contrato de concesión.

Como sabemos, desde su fatídica transferencia al gobierno regional de Ancash, aquel 23 de junio del 2011, no es un secreto para nadie que el Terminal Portuario de Chimbote constituye la mejor demostración de lo que jamás debió hacerse en materia de gestión pública y política portuaria. Un error que lo estamos pagando muy caro.

Construido a comienzos de la década de 1950 por la Corporación Peruana del Santa, ha sido a partir de su transferencia al gobierno regional que el terminal portuario se ha detenido por completo en el tiempo. Tras haber ocupado por muchos años el segundo lugar en el movimiento de exportación e importación, después de El Callao,  el Terminal Portuario de Chimbote ocupa actualmente el último lugar de la tabla entre todos los puertos del país.

En estos últimos doce años, el terminal jamás ha sido objeto de mantenimiento alguno. Las grúas y demás instalaciones son las mismas de hace 70 años. El remolcador, pieza clave para las maniobras de acoderamiento de los barcos, hace ya varios años que yace inservible y completamente abandonado a la orilla de la playa. A pesar de las inmejorables condiciones geográficas que lo rodean, en esta situación es imposible que el terminal portuario de Chimbote pueda  ofrecer el servicio de otras épocas. Su modernización y concesión es la única tabla de salvación que le queda para recuperar el tiempo y las oportunidades perdidas.

Es posible que debido a esta circunstancia, el nombre del gobierno regional de Ancash no aparece para nada en el proceso de gestión que viene llevando a cabo Pro Inversión. Es fácil imaginar el por qué de la omisión.