Editorial

DESGOBIERNO REGIONAL

Así, no vamos a ninguna parte:

El pasado jueves 17, en la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros, se llevó a cabo la primera jornada del Consejo de Estado Regional, un cónclave de coordinación entre el gobierno central y los gobiernos regionales, cuya finalidad es realizar gestiones  al más alto nivel y tomar acuerdos a favor de cada una de estas circunscripciones.

De ahí que ha llamado poderosamente la atención que a esta importante cita, hayan asistido los gobernadores de todas las regiones del país, menos el de Ancash. El gobernador Fabián Koki Noriega recién se hizo presente en  la segunda jornada, realizada el viernes 18, aunque sin brindar ninguna explicación relacionada con su ausencia del día anterior.

A todo esto cabe señalar que, precisamente el jueves 17 y viernes 18, se llevó a cabo en la ciudad de Huaraz un paro convocado por el gobernador  Koki Noriega, en protesta por el sorpresivo desistimiento de la empresa minera Antamina de financiar la construcción del nuevo hospital Ramos Guardia bajo la modalidad de obra por impuestos. Para cuando se produjo  esta marcha atrás, el mencionado proyecto ya contaba no solamente con una carta de intención, presentada al gobierno regional  por la empresa minera, sino también con el respaldo del Decreto Supremo  N°138-2023-EF que autoriza  al ministerio de Economía y Finanzas  avalar la referida  inversión.

No se explica, por eso, cómo es que el gobernador Koki Noriega, en lugar de utilizar la herramienta  del diálogo y las negociaciones, haya elegido el camino de la fuerza mediante un paro de protesta, que no es otra cosa que poner piedras en el camino y traerse abajo una gestión que ya lleva más de dos años. Con esta clase de actitudes no se llega a ninguna parte.

Es posible que en la segunda jornada del Consejo Regional, a la que por fin asistió el gobernador Koki Noriega,  se haya producido algún llamado a la reflexión; pues el viernes por la tarde, en un escueto comunicado,  el gobernador de Ancash afirma haber recibido “al cien por ciento” el apoyo del primer ministro Alberto Otárola y de la presidenta Dina Boluarte. Según añade en el comunicado, ambos dignatarios le han garantizado  que van interponer sus buenos oficios para que Antamina cumpla con su compromiso de financiar la obra del hospital.

De otro lado, ha trascendido  que en la primera jornada del jueves 17, a la que el gobernador Koki Noriega no asistió, estuvieron presentes  el primer ministro, lo mismo que funcionarios del ministerio de Economía y Finanzas y  representantes de la empresa minera Antamina. De ser así, se habría dejado pasar una excelente oportunidad para retomar el diálogo y las negociaciones.

Si, como se afirma en el comunicado, la presidenta de la República y el primer ministro están dispuestos a interponer sus buenos oficios, es de esperar que el gobierno regional de Ancash y la empresa minera Antamina, vuelvan a sentarse en la mesa de la concertación y el diálogo alturado.

Ya bastante tenemos con grandes proyectos paralizados por falta de capacidad de gestión, como para tener que soportar durante los próximos tres años los descalabros de un desgobierno regional.