ALINEADO
Aquí nos hemos ocupado “in extenso” sobre el caso del hospital de Huaraz. Las acciones del gobernador Noriega, que en la primera semana de agosto, quizás antes, recibió la advertencia pública de Antamina, señalando que se encontraba vigente la carta de intención del año 2020 por S/. 300 millones de soles. Era el tope de inversión de dicha empresa para el hospital de Huaraz. Noriega pegó el grito en el cielo, pateó el tablero y convocó a un paro de dos días e incluso, no fue al primer día del Consejo de Estado Regional. Es decir, se puso en estado de guerra. Los días han pasado y ahora está alineado junto al gobierno y Pro Inversión en la búsqueda de los integrantes del consorcio que se animen para completar la inversión de S/. 1000 millones, que cuesta la obra. La modalidad es obra por impuestos y el objetivo es encontrar a los acompañantes de Antamina. En estos momentos, nadie se acuerda del pasado, nadie se acuerda de esos dos días de paro regional y de las diatribas de aquella reunión, cuando se lanzan a la pelea contra la empresa minera. El que se equivocó, aquí no dudamos, fue el gobernador Koki Noriega Brito, al extremo que ahora está sedita, alineado en la búsqueda de los inversionistas. La realidad lo hace quedar mal, está equivocado, pero en su entorno nadie se lo dice. Es el gobernador y debe tener equilibrio. La mejor muestra es lo que está pasando con el hospital de Huaraz. En nada tuvo razón, refiriéndonos al procedimiento con Antamina. Es cierto que ahora ha adoptado una serie de acciones, como su presencia más seguida en Chimbote, pues está tratando de cubrir ese espacio tan lejano que él mismo impuso. No debe olvidar, Noriega, que aquí hay tres hospitales que necesitan su apoyo, pues por diferentes razones, los proyectos están paralizados: Hospital El Progreso, Centro de Salud San Jacinto y el Hospital La Caleta. Si en alguno logra, mediante sus buenos oficios, destrabar ese futuro oscuro actual, se lo agradecerán, será además un paso adelante para borrar esa imagen populista que lo atrae.
ESTADO DE EMERGENCIA
El gobierno acaba de publicar el respectivo Decreto Supremo, donde declara en estado de emergencia los distritos de San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres en Lima y, además, siete distritos de la provincia de Sullana, en Piura. La finalidad de esta declaratoria de emergencia es reforzar el orden interno mediante la prevención y el combate directo contra el crimen organizado durante sesenta días, es decir, hasta el 18 de noviembre. La PNP se encargará del orden interno con apoyo de las fuerzas armadas. Se están restringiendo los derechos constitucionales como la inviolabilidad del domicilio y libertad de tránsito. Además, están prohibidas las reuniones entre las 00 horas y las 4 de la madrugada. De esta manera, se toma el toro por las astas para combatir la delincuencia en dos de los distritos más complicados que tiene Lima Metropolitana y donde la delincuencia ha aumentado por la presencia de individuos extranjeros, especialmente venezolanos, que actúan como si estuvieran en tierra de nadie. Las extorsiones son producto de la presencia de estos delincuentes y se estima que, en estos 60 días, con el trabajo de inteligencia de la PNP, se tiene que desbaratar estas bandas, capturando a estos sujetos y devolviéndolos a su país. El distrito de San Juan de Lurigancho se ha convertido en las últimas semanas en ingobernable y el centro de atención de los medios por la elevada delincuencia existente. Lo que nos ha llamado la atención es lo sucedido en Sullana, donde también existe presencia de delincuentes venezolanos que atentan contra la tranquilidad pública. Se han declarado en emergencia siete distritos, es hora de combatir la delincuencia sin reparos.