Editorial

MINISTERIO DE SALUD NO SABE, NO OPINA

Sobre hospital El Progreso:

En una conversación telefónica  sostenida con el Diario de Chimbote, el procurador del Ministerio de Salud, José David Díaz López Aliaga, nos dejó verdaderamente desconcertados. Con la evidencia de quien ha sido tomado por sorpresa,  el alto funcionario público sostuvo que el tema del hospital El Progreso  en ese momento “no está en mi memoria”,  y que por lo tanto no podía brindar ninguna opinión sobre el particular.

Insistimos en que nuestra inquietud obedece a su vez a dos inquietudes de gravitante importancia para la ciudad de Chimbote. Primero es el estado de paralización en el que, por segundo año consecutivo, se encuentra esta obra pública, afectando  sensiblemente la demanda de salud de una población  estimada en más de  80 mil habitantes, sin que hasta el momento se vean con claridad alguna intención de revertir esta ya insostenible situación.

El segundo tema que expusimos al procurador, está relacionado con  la eventualidad de que la empresa contratista, tras enterarse de la resolución del contrato, habría solicitado al Poder Judicial el otorgamiento de dos medidas cautelares,  presuntamente para salvaguardar sus intereses, las mismas que normalmente suelen  resolverse a través de  un arbitraje. Pues eso fue lo que afirmó el gobernador regional Fabián Koki Noriega durante su última visita a Chimbote, luego de comunicarse por teléfono con otro funcionario del Ministerio de Salud.

Por toda respuesta, el procurador  José Díaz López Aliaga se limitó a decir “no conozco  el caso, pero  los casos de arbitraje muchas veces pueden durar un año, tendría que revisar lo que está sucediendo para poder emitir alguna opinión y en este momento no puedo hacer eso”.  En vez de despejar nuestras dudas, esta respuesta las acrecentó.

Ante todo  lo que viene sucediendo, no solo con el hospital El Progreso, sino también con los hospitales de San Jacinto y La Caleta, respuestas como la que nos acaba de proporcionar el procurador del MINSA, parecen ser la causa por la que, cada vez más, se ahondan el distanciamiento y la brecha  de gestión que existe entre el gobierno central, los gobiernos regionales y los gobiernos locales. No puede ser que la salud de los peruanos sea lo que menos interese a las autoridades del sector de Salud.

Finalmente, como para no quedarnos con la hiel en los labios, acudimos al aplicativo  “Obras Salud” del Ministerio de Salud donde se da cuenta  acerca de los términos de referencia del hospital El Progreso. Ahí se confirma que el avance acumulado por el primer contratista fue de 10.05%, en tanto que el segundo contratista solo pudo  avanzar el 0.77%.

En dos años de manejos turbios, tales cifras  hacen un acumulado de tan solo 10.84%, no obstante haberse otorgado  adelantos que bordean los 30 millones de soles.  Ante esta encrucijada, que se vive en todo el territorio nacional, el ministerio de Salud no sabe, no opina.