Escalofriante confesión:
En una diligencia de reconstrucción a cargo del Fiscal de Casma, Edwin Ramos Herrera; la mujer detenida por el intento de asesinato de un escolar del colegio “Mariscal Luzuriaga” de Casma, Cynthia Stephanie Ventura Martínez (25), narró con escalofriante frialdad la brutal agresión.
Confesó que sedaron y llevaron al adolescente de 16 años hasta lo alto del cerro El Mirador de Casma donde le propinaron cortes en el cuello, muñecas y partes íntimas con un cuchillo, para simular un suicidio.
Por su parte, el segundo imputado Óscar Guillermo Ramírez Illan (32) admitió que fue la mujer quien atacó al escolar y que solo acudió porque supuestamente iba a abortar. Sin embargo, mientras estaban en el cerro, presenció el cruel ataque al adolescente J.A.V.P (16).
Cuando la Fiscalía le cuestionó por qué no intervino para detener el ataque con el cuchillo y por qué no denunció el hecho, permaneció en silencio.
La diligencia se llevó a cabo la mañana de ayer con la participación del Fiscal Edwin Ramos Herrera, peritos de Criminalística, efectivos del área de investigación criminal y abogados, junto a los imputados.
Cinthia Stephanie Ventura Martínez y su ex pareja, Óscar Guillermo Ramírez Illan, quien es también el padre de su primer hijo, enfrentan una investigación por su presunta implicación en el delito de homicidio en grado de tentativa, en agravio del estudiante del colegio Mariscal Luzuriaga de Casma, J.A.V.P (16).
El móvil del intento de homicidio se desprende del embarazo de Ventura Martínez, que sería producto de una relación con el adolescente, quien al parecer se negó a asumir responsabilidad y convivencia con ella.
Ante esta situación, Cinthia Ventura contactó a Óscar Ramírez, solicitando su ayuda para planear y ejecutar el crimen.
En la noche del martes, el escolar fue citado por Cinthia Ventura en su domicilio, donde al parecer fue sedado para luego ser llevado al cerro El Mirador.
Previo al acto, los imputados adquirieron guantes quirúrgicos y una media panty para cubrir el rostro del agresor. Tras asegurarse de su inconsciencia, procedieron a realizarle cortes en el cuello, las muñecas y sus partes íntimas, con la creencia de que fallecería en cuestión de horas.
El adolescente logró recobrar el conocimiento en medio de un charco de sangre y tuvo la fortuna de ser auxiliado por personas que se encontraban en la zona para caminar y trotar.