Editorial

A TODOS NO SE MIDE CON LA MISMA VARA

Invasores de Chinecas:

Nos hemos acostumbrado tanto tiempo a las malas noticias provenientes del Proyecto Especial Chinecas, que cada vez que estas noticias se tornan alentadoras,  nos vemos obligados a tomarlas con cierta dosis de  escepticismo.  Después de tantos años  de observar el mismo escenario de devastación y falta de autoridad, no es fácil  aceptar que las cosas cambien milagrosamente de un día para otro y que ya estén soplando nuevos vientos. Aún falta mucho pan qué rebanar.

Justamente en nuestra edición de anteayer jueves,  hemos publicado dos informaciones que dicen algo de este cambio de actitud y que ojalá sea el comienzo de una auspiciosa y nueva etapa en el devenir del proyecto irrigador.

La primera información se remonta a algo sucedido cierto tiempo atrás.  La Primera Sala Penal de Apelaciones  de la Corte Superior de Justicia del Santa, ha confirmado la sentencia de cinco años de prisión efectiva contra el empresario Héctor Servat Chocano, por haber invadido 11 hectáreas de propiedad del  Proyecto Chinecas ubicadas en la playa Las Gemelas, una conocida playa ubicada en la provincia de Casma.

En su defensa, el empresario ha expresado su voluntad de adquirir legalmente el terreno, pero el delito de apropiación ilegal y usurpación agravada en agravio del Estado, ya está cometido.  Ni vuelta qué darle. La Sala Penal ha ordenado la inmediata  captura del empresario y su internamiento en el penal de Cambio Puente. Una buena advertencia para quienes en adelante pretendan hacer lo mismo.

En otra escenografía, un contingente de doscientas personas fueron impedidas de invadir una gran extensión de tierras de propiedad de Chinecas ubicadas en la zona  conocida como Pampa de Vinzos.  Los frustrados invasores llegaron a bordo de modernas camionetas, portando mangueras y equipos de bombeo, con la clara intención de sustraer agua de los canales de Chinecas para irrigar las tierras invadidas. Todo eso, al mismo estilo de los invasores que ya llevan más de veinte años en igual situación: sembrando y cosechando sin pagar un sol al Estado y sin que nadie los moleste.

Lo que se ha hecho con el empresario y los doscientos pretendientes a invasores, está  muy bien.  Las armas de la ley hay que utilizarlas en el momento oportuno y con toda la energía  que consagra el estado de derecho.  De otra manera, Chinecas jamás va a salir de la situación entrampada en la que se encuentra hace más de treinta años.

Pero esta acción de legalidad y energía tiene que ser la misma para todos los invasores del Proyecto Especial Chinecas. Bajo ningún principio de equidad,  puede aceptarse que existan invasores  afortunados, aquellos que poseen 10, 40 y hasta 100 hectáreas, a quienes  los funcionarios de Chinecas y del gobierno regional de Ancash  hasta hoy no se atreven a  tocar ni con el pétalo de una rosa.

Si lo que desea es hacer de Chinecas un proyecto viable, confiable y atractivo a la inversión, a todos los invasores se les tiene que medir con la misma vara.