Por fallas garrafales en Teatro Municipal:
Valga la redundancia: debemos empezar por el comienzo. La construcción del Teatro Municipal de Chimbote se inició el 22 de septiembre de 2022 y tal como está establecido en el contrato de obra, ésta debió ser concluida en un plazo de ocho meses, es decir el 22 de mayo del presente año. Sin embargo, a tres meses de haberse vencido ese plazo, la obra no está totalmente concluida y, por lo tanto, no puede ser liquidada, ni recepcionada.
Es más. A medida que pasan los días, están saliendo a relucir nuevas deficiencias que se han producido en la construcción de esta moderna infraestructura, la primera de su género en ejecutarse en Chimbote bajo la modalidad de obra por impuestos. A más de tres meses de no poder entrar en funcionamiento, lo que sucede con el teatro municipal es para ponerse a llorar.
Según declaraciones exclusivas que ha ofrecido a este Diario el ex decano del Colegio de Arquitectos y es gerente de la municipalidad provincial del Santa, Edgar Tapia Palacios, existe en la ejecución de esta obra tres nuevas fallas garrafales, que se suman a otras que ya están en la mira de la Contraloría General de la República, sin que hasta ahora se sepa si van a ser corregidas.
Una de estas fallas es el “error de tipeo” con relación al monto de gastos generales de la obra. En vez de consignarse 10%, como lo establecen las normas de contratación con el Estado y tal como figura en el estudio de pre inversión, por un supuesto error de tipeo en el expediente técnico figura 14%. ¿A favor de quién?.
Que sepamos, un error de esta naturaleza se le puede permitir a un adolecente distraído que, mientras realiza sus tareas escolares, está intercambiando mensajes a través de su celular. Sin embargo, este mismo error no se le puede permitir, bajo ningún concepto válido, a especialistas y profesionales que supuestamente poseen una experiencia mínima de cinco años en gestión de proyectos de inversión púbica. La sola presencia de este error, podría ser causal para anular y/o rehacer gran parte de lo actuado.
La segunda falla que ha dado a conocer el ex decano del Colegio de Arquitectos, también tiene la misma connotación de incredulidad. Acatando una norma que se cumple en todos los teatros del mundo, el estudio de pre inversión consideró la habilitación de una puerta auxiliar para el personal de servicio, con acceso a la cuadra 13 del jirón Elías Aguirre. Ello no obstante, en el expediente técnico esta puerta no aparece para nada. Para no creerlo. ¿Las personas que han elaborado el expediente técnico se habrán tomado la molestia de averiguar cómo funcionan los teatros en el resto del mundo?.
Pero si esto ya es motivo más que suficiente para sacar de quicio a cualquier mortal, el hecho que tampoco se haya considerado la construcción de una playa de estacionamiento, dice mucho de la ligereza con la que se ha procedido a ejecutar esta obra valorizada en más de 19 millones de soles. El lugar donde se ha construido el teatro municipal, está justamente en la intersección de las avenidas Gálvez e Industrial, una zona de alta afluencia y congestión vehicular. ¿Dónde van a estacionar sus vehículos las personas que acudan con su familia este escenario?.
Si estos errores de construcción van a mantenerse a pesar de las observaciones de la Contraloría y a pesar de la indiferencia del Ministerio Público, significa que una vez más Chimbote se vería obligado a tener que aceptar gato por liebre. De ser así, el teatro municipal tendría que empezar a funcionar en medio de serias adversidades. Algo nos dice que, en esas condiciones, la función aún no debe comenzar.