Editorial

La corrupción está ganando la batalla

Hasta hoy:

Aún cuando no hace falta recordarlo, es inevitable tener que mencionarlo. A  lo largo de los últimos veinte años, Ancash se ha mantenido inamovible en el  segundo lugar de las regiones más corruptas del país, superada únicamente con un estrecho margen  por la región Lima-Callao. Pero esto ya no es así. Según  lo ha informado el portal de transparencia, a partir del 2022 la región  Ancash ha pasado a ocupar el primer lugar en esta  deshonrosa tabla de colocaciones. Un primer puesto que nos llena de ilegítima vergüenza.

Eso quiere decir que todas las denuncias y  la andanada de discursos que se pronuncian ofreciendo  vencer este mal,  no sirven absolutamente para nada. No son nada más que un saludo a la bandera. Hasta hoy la corrupción está ganando la batalla. Ya se ha perdido la cuenta de cuántos millones de soles  del presupuesto de Ancash han ido a parar en los bolsillos de la corrupción. Si nos atrevemos a calcular el monto de este daño que se ocasiona al estado y a la población, es posible que la cifra bordee los 2 mil  millones de soles.

Esta cifra solo podría precisarse si se procede a realizar un cómputo presupuestal, tanto de las obras que se encuentran paralizadas como de las adquisiciones fantasmas y sobrevaloradas, que se han detectado en diferentes dependencias del gobierno regional y en determinadas municipalidades provinciales y distritales de la región. Según un último informe de la Contraloría General de la República, son más de 400 los funcionarios de estas dependencias  que aparecen directamente involucrados  en hechos irregulares. Sin embargo, con la sola excepción del ex gobernador regional  Juan Carlos Morillo Ulloa y uno que otro ex alcalde provincial o distrital, la mayoría de ellos no ha sido objeto de ninguna sanción.

Son incontables asimismo  los informes de la Contraloría que dan a conocer  estos hechos de corrupción y que identifican plenamente a los responsables, pero que lamentablemente  siguen empolvándose  en  los escritorios y archivadores del Ministerio Público, posiblemente a la espera de su prescripción.

Como hemos informado, la semana pasada los miembros de la Comisión Provincial Anticorrupción, que encabeza la presidenta de la Corte Superior de Justicia del Santa,  Dra. María Luisa Panuera,  aprobó el plan de trabajo que se ha propuesto llevar a cabo para impulsar la lucha contra este flagelo.  Según se ha informado, dicho plan ha priorizado la realización de una campaña de sensibilización  de funcionarios públicos, a través de spots  con mensajes alusivos a la lucha contra la corrupción.

Pero cuando vemos que la corrupción ataca sin cuartel y  corroe por dentro los organismos públicos de la región, creemos que la lucha contra este mal también tiene que ser igual de frontal y aguerrida. Esta batalla no se puede ganar solo con invocaciones, ni poniendo la otra mejía  o haciendo la de buen samaritano.

Creemos que, paralelamente con la campaña de sensibilización,  la lucha  anticorrupción debe ir acompañada de una campaña de sanción, con todo el peso de la ley, contra quienes encabezan esta calamidad, particularmente aquellos que han colocado a Ancash en el primer lugar de corrupción nacional. Si no lo hacemos, con toda seguridad vamos a seguir perdiendo la batalla.