MPS y UNS:
Aunque en forma solitaria, en más de una oportunidad, el Diario de Chimbote se ha ocupado de la situación de olvido y descuido en la que se encuentra el milenario templo arqueológico de Punkurí . La última vez, hace tan solo tres semanas, lo hicimos para comentar y llamar la atención de la opinión pública acerca de dos aspectos puntuales que tienen que ver con esta situación de abandono.
El primero fue respecto a la decisión de cerrar las puertas de Punkurí al flujo de visitantes nacionales y extranjeros, justamente para evitar que se sigan agravando los daños ocasionados por el fenómeno El Niño del 2018 y la torrencial lluvia del 13 de marzo del presente año. Obviamente, ésta fue una decisión bastante dolorosa pero, al mismo tiempo, comprensible y necesaria. Era la única manera de poner a salvo la integridad de este milenario patrimonio cultural.
En el segundo aspecto, hicimos notar la indiferencia que, a pesar de esta adversa situación, existe por parte de algunos organismos e instituciones del Estado que al menos en el papel están en la obligación de poner el hombro e intervenir a favor de Punkirí. En ningún momento se acordaron de este milenario templo arqueológico y si se acordaron, prefirieron hacerse los desentendidos.
Fue a finales de la década de 1980, gracias al apoyo de las empresas Siderperú y Agroindustrias San Jacinto, que este milenario Punkurí logró ser puesto en valor y abrió sus puertas al turismo nacional e internacional. Pero, no obstante haber sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación, desde entonces no ha vuelto a ser objeto de nuevos trabajos de investigación y conservación.
Bueno, pues, este olvido y este desentendimiento acaban de cederle el paso a la iniciativa de dos instituciones de la provincia del Santa que acaban de poner manos a la obra para ocuparse de Punkurí y trabajar en su recuperación como atractivo turístico y cultural. Estas son la Municipalidad Provincial del Santa, a través de su gerencia de Educación, Cultura y Turismo; y la Universidad Nacional del Santa, por intermedio de su Centro de Conservación Cultural Punkurí.
Como hemos informado en nuestra edición de ayer, ha sido con la participación de cuarenta estudiantes universitarios, que ambas instituciones han realizado en forma coordinada una jornada de limpieza y un curso taller de concientización con este alturado y enaltecedor objetivo. Cabe destacar que actividades han contado con la participación especializada de dos arqueólogos que laboran en el Dirección Regional del ministerio de Cultura.
En momentos en que los principales titulares de la prensa local y regional, se ocupan de casos de corrupción, obras abandonadas y baja ejecución presupuestal, el hecho de saber que todavía hay quienes se acuerdan de Punkurí y de nuestro patrimonio cultural, es una noticia más que reconfortante y que no se puede pasar por alto.
A propósito, no estaría fuera de lugar proponer que los organismos del Estado que vienen realizando trabajos de prevención ante la anunciada confluencia de El Niño Costero y El Niño Global, consideren la posibilidad de destinar una partida presupuestal para sumarse a los trabajos de conservación y protección de Punkurí. Invertir en la conservación de nuestro patrimonio cultural es sin duda mucho más importante que hacerlo en obras fantasmas o mal ejecutadas, que jamás van a tener la duración e importancia de nuestro valioso Punkurí.