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La herencia musical en las venas de Steve Sebastián Villanueva Cortez

Abuelos y padres músicos:

Desde temprana edad, la pasión de Steve Sebastián Villanueva Cortez por la música se hizo evidente. Acompañaba a su padre y abuelos al escenario, dejando entrever el amor que sentía por este arte.

A sus 17 años, Steve es un joven polifacético. Además de su innegable talento musical, domina el inglés y ha cosechado varias medallas en competencias locales de natación. También demuestra destreza como arquero y actualmente se encuentra cursando el segundo ciclo de Negocios Internacionales.

Uno de los momentos más destacados de su trayectoria musical fue la grabación de un cover en homenaje a sus abuelos. La canción elegida fue “A Chimbote” de los Rumbaney, la misma orquesta en la que sus abuelos brillaron como músicos.

En su árbol genealógico musical se encuentran nombres ilustres. Sus padres, Steve Villanueva y Anny Cortez, han dejado su huella en la escena musical. Su abuelo paterno, Joselito Villanueva fue pieza clave en agrupaciones como Rumbaney, Fantásticos Super Soles, Cuarteto Continental y La Verdad. Por otro lado, su abuelo materno, Daniel Cortez Belepú reconocido por su maestría en la trompeta, dejó su marca en Rumbaney, Pasteles Verdes y La Gran Familia, siendo el autor de la emblemática canción de Chimbote, “A Chimbote”.

El legado musical que fluye en la sangre de Steve es palpable. Cada acorde, cada nota, es una conexión directa con las raíces de su familia. Su padre, quien también dejó su sello en Los Pasteles Verdes, Zarabanda y Fiesta Latina, es un testimonio vivo del talento que fluye de generación en generación.

El objetivo de Steve es claro: transmitir la esencia de su identidad musical a través de su trabajo. Quiere que la gente se sumerja en su música, que se conecte con la pasión que él heredó de sus abuelos. A medida que su arte llegue a más oídos, sus abuelos podrán ver reflejada su esencia en él, una continuación viva de un legado musical que perdurará en el tiempo.

Steve Sebastián Villanueva Cortez, a sus 17 años, es más que un músico talentoso. Es el heredero de una tradición musical arraigada en su familia, una promesa que promete llevar este legado a nuevas alturas. Su música es un tributo a sus raíces, una oda a la pasión que late en cada nota.