Editorial

14 años en ruinas pero con nuevos ricos

Coliseo Cerrado:

El tema que vamos a tratar a continuación  tiene que ver con una información de la que hemos dado cuenta en nuestra edición de ayer. En realidad, es una de las tantas ironías que caracterizan a nuestra gestión pública y que solo han podido suceder por obra y gracia del gobierno regional de Ancash.

No obstante haber significado una inversión que bordea los 20 millones de soles, lo cierto es que la construcción del coliseo cerrado “Gran Chavín” se mantiene abandonada desde hace catorce años, con un avance que no llega ni siquiera llega al 20 por ciento. Posiblemente, este sea el caso más emblemático de corrupción regional por el descaro y la forma cómo se produjo.

Pero a pesar de la desdicha y de la ruina moral que esta ironía representa para Chimbote, la licitación y el inicio de la obra del coliseo cerrado solo han servido para enriquecer, entre muchos  más,  a un grupo de siete ex funcionarios de  la Sub Región Pacífico. Directa e indirectamente, éstos han tenido mucho qué ver con el proceso de adjudicación de esta millonaria obra, que se inició el año 2009 durante la gestión de César Álvarez Aguilar.

Informes periciales e investigaciones que han sido  plenamente corroboradas, han permitido a la Fiscalía de Extinción de Dominio y a la Policía de Lavado de Activos, establecer en forma fehaciente que este grupo de afortunados ex funcionarios ha incrementado su patrimonio personal a partir de la licitación y el inicio de esta obra, que ahora  luce completamente abandonada.

De acuerdo con los referidos informes, los ex  servidores regionales han recibido  fuertes sumas de dinero de procedencia desconocida, a través de entidades bancarias y agencias de transferencia internacional. El desbalance patrimonial de uno de ellos,  el mismo que no ha podido ser justificado,  supera el millón y medio de soles; lo que demuestra cómo es que muchos ex funcionarios del gobierno regional de Ancash han aprovechado del cargo en beneficio personal y de la noche a la mañana se han convertido en nuevos millonarios.

Por lo pronto, tanto la Fiscalía de Extinción de Dominio como la Policía de Lavado de Activos, han procedido a incautar bienes inmuebles y vehículos  que figuran a nombre de estas personas, a la espera  de poder resarcir la ruina moral y económica que le han  ocasionado a la ciudad de Chimbote y al erario nacional. Por casos como éste, Ancash se mantiene por segundo año consecutivo como la región más corrupta del país. Un record inmerecido pero lamentablemente insuperable.

Sin embargo, como bien sabemos,  este caso de corrupción es solo la punta del iceberg. Antes y después de él, se han producido muchos casos similares y hasta peores. Uno de ellos es el canal San Bartolo, que también se inició durante la gestión de César Álvarez, por el que se pagó más del doble de su presupuesto inicial, sin que hasta el momento el Ministerio Público haya dicho una sola palabra.

Lo único que se sabe es que, mientras el coliseo Gran Chavín y otras obras del gobierno regional se mantienen en ruinas,  gracias a ellas han aparecido nuevos ricos que ahora poseen numerosas viviendas, vehículos de lujo, empresas constructoras, grifos de combustible, flotas de volquetes y por supuesto caudalosas fortunas.