Cada vez que se presenta el fenómeno El Niño, el comportamiento del río Lacramarca resulta ser un hecho puntual e inexorable, que se espera con mucha anticipación. Es algo que, por lo tanto, no necesita de mayores pronósticos ni especulaciones. Informes técnicos, archivos periodísticos, filmaciones y otros materiales de información que datan de muchos años atrás, dan cuenta de los daños que, con puntualidad cronométrica, ocasiona el incremento del caudal del río Lacramarca.
Normalmente, tales daños se concentran en tres puntos hartamente conocidos. Estos son Santa Clemencia, Pampadura y la zona urbana que abarca a los pueblos jóvenes Primero de Mayo, Tres de Octubre y Villa María de Nuevo Chimbote. Un cuarto punto de riesgo es la zona donde se encuentra el mercado La Perla, además podría afectar a las cercanías de los centros comerciales Mega Plaza y Los Ferroles y el Terminal Terrestre El Chimbador.
Los tres puntos críticos antes citados, son lugares donde el río Lacramarca suele ocasionar devastadores desbordes e inundaciones que están grabados en la memoria de los chimbotasnos. Era de esperarse por tanto que los trabajos de prevención, de los que tanto se habla a través de las redes sociales, ya deberían estar ejecutándose en estos lugares. Pero, por increíble que parezca, no es así.
Los trabajos de prevención que se vienen realizando a lo largo del río Lacramarca están bajo responsabilidad de la Autoridad para la Reconstrucción Con Cambio, ARCC, organismo que a su vez ha contratado los servicios de la empresa OHLA para la ejecución de los mismos. Sin embargo, se ha confirmado que en la relación de estos trabajos de prevención, no aparecen los tres puntos más críticos y vulnerables del río Lacramarca. Para no creerlo.
Es más. Según ha declarado el alcalde provincial Luis Gamarra Alor, en este momento no existe la posibilidad que estos tres puntos puedan ser incluidos en las labores de prevención. Primero, porque ARCC ha confirmado que, efectivamente, a estas alturas éstos ya no pueden ser considerados; y, segundo, porque la municipalidad provincial del Santa, a pesar de su predisposición para realizar dichos trabajos, no puede hacerlo porque el terreno donde se encuentran estos puntos está en este momento bajo la responsabilidad de la empresa OHLA. Ni por angas ni por mangas. Los tres puntos quedarían expuestos a su suerte.
Semejante desdicha de gestión pública, es inconcebible e inaceptable. Desde su creación, precisamente a raíz de El Niño 2017, la ARCC conoce in situ el riesgo que representan estos tres puntos críticos. Los tiene identificados y registrados; no entendiéndose por eso cómo es posible que, con tantas y notorias evidencias, los técnicos y funcionarios de ARCC se hayan hecho de la vista gorda.
No se entiende asimismo porque el gobierno central tampoco se da por enterado de esta grave situación. En la reunión realizada en Palacio de Gobierno el pasado 24 de noviembre y en la Mesa Multisectorial convocada anteayer en esta ciudad por la Presidencia del Consejo de Ministros, el alcalde Luis Gamarra ha insistido en solicitar que se resuelva esta omisión; pero, ni allá ni acá, los funcionarios del gobierno central han dado la menor respuesta. ¿Qué están esperando?. Ante los embates del río Lacramarca, no se puede andar con evasivas. Hay que tener mucho cuidado.