Editorial

Al parecer estamos repitiendo el año

Cuando faltan pocas horas para el inicio de un nuevo año,  para los chimbotanos todo parece indicar que el año que se va no se diferencia en nada con los años anteriores.  En cuanto a obras y acciones positivas, en el 2023 éstas han brillado por su ausencia  tan igual que en el 2022, en el 2021 y así retroactivamente. Nada ha cambiado. Chimbote sigue dando vueltas en el mismo sitio, enfrentando los mismos problemas y masticando los mismos sinsabores. Como en la época escolar, todo indica que el temor de haber repetido el año, es una realidad.

Existen pruebas y evidencias  más que suficientes que corroboran esta ingrata pero  irrefutable certidumbre. En un ensayo pre-navideño de mea culpa, el titular del gobierno regional de Ancash, Fabián Koki Noriega Brito, ha reconocido públicamente que a lo largo del año 2023 su gestión solo ha podido ejecutar el 37 por ciento del presupuesto que ha tenido a disposición. Los hechos se encargan de ahorrarnos mayores comentarios. Como se pudo observar en las redes sociales, un compungido Koki Noriega no tuvo más remedio que aceptar que su capacidad de gestión no da para más. Frente a los discursos y poses políticas a las que nos tiene acostumbrados, las cifras  que grafican su gestión son reveladoras y decepcionantes.

A este respecto, con la salvedad de estar cayendo en una inevitable letanía, no podemos dejar de referirnos a la suerte que durante el año 2023 ha corrido el Proyecto Especial Chinecas.  Tras la firma del convenio firmado entre el gobierno regional y Pro Inversión para  el relanzamiento del proyecto, se anunció que antes de fin de año iba a quedar todo listo para convocar a concurso público la elaboración del  nuevo estudio de pre inversión, pero, conforme estamos viendo, nadie ha vuelto a hablar del asunto. El silencio dice más que mil palabras.

El mismo silencio existe en torno a la concesión  y modernización del Terminal Portuario de Chimbote, que también ha sido motivo de un convenio con Pro Inversión y que, incluso, cuenta con el interés de dos inversionistas internacionales. En vísperas de finalizar el año, no se ha vuelto a saber nada concreto al respecto.  Tan igual que Chinecas, la modernización del Terminal Portuario es un proyecto que ya  lleva varios años enredado en las manos del gobierno regional de Ancash.

Tal como ha sucedido en años anteriores, a todo lo largo del 2023 el gobierno regional

aún tiene  deuda con el Colegio Politécnico Nacional del Santa. Si bien aseguran que han aprobado el expediente técnico y han presentado en sociedad una nueva maqueta, esperan que el consultor presente el físico ingresándolo por mesa de partes de la Sub Región Pacífico.

Sobre el proyecto de electrificación de diez pueblos rurales de  la zona Lacramarca Baja, que ya llevan varios años se espera que se firme el contrato y se entregue el terreno para el inicio de la obra, pero aun todo es silencio. Habrá milagro?

De otro lado, el inicio de la construcción del hospital El Progreso está a punto de celebrar su tercer aniversario, pero a pesar de haberse pagado adelantos por alrededor de 40 millones de soles, esta obra por la que tanto luchó el pueblo de Chimbote se mantiene paralizada con un insignificante y ridículo 10 por ciento de avance.  Con la solitaria excepción de los dirigentes del pueblo joven El Progreso y de este medio de comunicación, nadie más ha levantado la voz para exigir que la obra se reinicie. Un año más  que se pierde.

Como para no perder la costumbre, algunas obras municipales, como la avenida Pardo, el Colegio Paraíso de los Niños del 21 de Abril, el Complejo Deportivo San Juan, siguen paralizadas y van a cumplir un año más en ese estado.

El caso más grave es el de La Costanera,  que sufrió los embates de la naturaleza y desde ese momento el cuarto mes del año, todo sigue igual porque MPS no ha tomado acciones. Y lo mismo ha sucedido con el teatro municipal que, según la Contraloría General de la República, adolece muchas deficiencias técnicas.

Si el año nuevo es sinónimo de fe y esperanza, esperamos que el 2024 se superen estos problemas y no tengamos que repetir las malas experiencias de años anteriores porque, como dice la canción, toda repetición es una ofensa.