Opinión

El gol imposible

Por: Juan Teruel F.

A Don Roberto Achu Pizarro

El Doctor Carlos Salazar Romero, fundador del Colegio San Pedro de Chimbote, hombre intelectual y gran deportista, logra conformar un equipo de futbol que, a los tres años de fundado el Colegio, participaba en los torneos de futbol de Chimbote y e 1944, le toca definir el campeonato con el elenco de Independiente, un conjunto de jugadores estrellas entre ellos un genio con el balón.

Noches antes del encuentro Carlos Alberto Balta Budinich “Caldito”, alumno y futbolista del colegio Sueño con Pitágoras, el filósofo matemático, quien dice se que tu colegio quiere ganar el encuentro.

– Así es maestro, responden el alumno en estado subconsciente

  A “Independiente” le ganaron con el gol imposible, acoto el filósofo griego.

– Y ¿Cómo se hace gol?    pregunto curioso quien dormía

– Pateas al comer y hacer el gol de cabeza, sentencia el matemático

– Pero eso es imposible,  aludió oníricamente el estudiante

– ¡No! Si aplica teoremas en el juego. Defendió en tesis el fundador de la escuela Pitágoras.

– Entonces titubeó “caldito”

– Mañana tu profesor de matemáticas te resolverá el problema que se despidió.

– El Doctor Salazar, Director del plantel ante la versión confidencial del alumno comunico al profesor de matemáticas el sueño del alumno Jaime Miranda Sousa, Ing. de la hacienda Tambo Real, era el gran profesor, quien cuatro años después fue Ministro de Agricultura; luego premier en el Gobierno General Manuel Odría.

En el salón de clase aludió, me gusta la tesis Pitágoras refiriéndose a la orinomancia de “Caldito” que muchos de sus condiscípulos pesaron que se había orinado en la cama .

El Ing. Con una tira diseño en la pizarra el campo de futbol, manifestando, si sabemos que el ancho del campo es 90m, la mitad tendrían segmento de 45 m, esa línea recta de izquierda a derecha, trazada del córner a ras del suelo, será un cateto que denominaremos adyacente sobre ese punto trazamos una proyección octagonal sobre la recta, seria el pie de la perpendicular trazada desde punto a la recta.

La perpendicular se llama proyectante y la recta se llama “eje” de proyección, me estoy refiriendo a la altura de unos de sus vértices, mediante una línea imaginaria de 45m para formar otro cateto que será el opuesto de la altura de ese lado, trazamos una línea al extremo del otro cateto, formaremos en diagonal la hipotenusa, para formar el triángulo.

Luego encarando a sus alumnos acoto. El futbolista debe realzar una jugada en esa figura triangular, corriendo desde el córner al centro de la valla, para anotar de cabeza el gol, como refiere Pitágoras.

Veamos: al referirnos sobre las relaciones métricas en los triángulos estudiamos el teorema de Pitágoras, hizo una pausa y con índice señalo a Nolberto Huaraz, pidiéndole que exponga el teorema de Pitágoras. El discípulo brillante “futbolista” en el campo de juego, pero opaco en los estudios no supo responder a la pregunta.

– Las ideas las tiene en los pies y no en la cabeza, digo y pregunto a dos más, uno tenía un cráneo de cuatro y el otro de cinco centímetro de espesor y no les entraba una idea ni por la nariz.

– Como la llama encendida en su rostro encarnado el Ing., explota ¡sí o no! ¡Saben ese teorema, me jalo medio salón!

Hubo un silencio, tras el cual el protagonista de la clase al ver sonriente a “Caldito” le pidió cual es el teorema. Pero ¡ay! Se quejo, si usted no lo dice ¡que se pierda el partido!

Carlos Alberto, estudioso e inteligente demostró su talento al decir:

En todo triangulo rectángulo, la suma del cuadro de los catetos, es igual al cuadrado de la hipotenusa, es decir A2=b2+c2

Usted no quiere perder, ni yo tampoco, adujo el profesor, luego, llamando a Roberto Achu, Benjamín del salón, quien al colocarse frente a la pizarra le manifestó usted que tiene talento para los negocios resuélvame la ecuación.

Robertito que daba sus pinitos en la tienda de su padre, con esa filosofía oriental y a que helada en las venas y cifras en el corazón se aboco al problema.

A2 = B2 + C2       A2= √4050

A2 = 452 + 452          A2 = 63.63

A2 = 2025 + 2025         cqqd

Te felicito Robertito, salúdame a tu papa, aludió el  maestro, seguidamente remarco 63.63 es la hipotenusa, la distancia que recorrerá la pelota por el impulso que le dará el jugador al shotear luego dijo: esta  mecánica de juego para saber el movimiento del balón en sus condiciones de espacio y tiempo al problema cinético debemos resolver aplicando al calculo diferencial en sus derivadas para ello sirven las siguientes consideraciones: la altura H  alcanzada por un objeto lanzada hacia arriba y con una velocidad inicial de 98 m/seg el según enseña la física una función del tiempo F+(T) dada por la fórmula H=V – gt2 o sea 9=% 8F (T)=98 T-4.9 T2.

El espacio recorrido en un tiempo infinitesimal.- hizo una interrupción y dirigiéndose a “Caldito” le pregunto  ha comprendido usted.

– Como Pitágoras – respondió el alumno.

La ecuación continúa que lo veremos en otra oportunidad

Para simplificar las cosas, en cuanto a la hipótesis Pitagórica, a fin de calcular el tiempo en la jugada triangular al jugador y el D.T. deben deducir en el campo mediante un ensayo de juego y tácticas.

Si para dirigir el balón hacia arriba en diagonal aplicamos una potencia física con velocidad inicial de 73 m/seg. En dos segundos habrá recorrido el trazo de la hipotenusa 13 m llegando a su altura máxima de 45 m donde se neutralizará la velocidad del esférico y por efecto de la gravedad empezará al descenso cantidad que siendo negativa por ser de caída será de 4 seg.

Lo cual demostraré al recorrido del balón en el espacio con su caído, es de 6 seg. Hasta llegar al travesaño de la valla

Ahora, si Balta Budinich corre 100 m en doce segundos el segmento de 45 m del córner a la valla lo hace en 6 seg será el tiempo exacto para aplicar de cabezazo,  si me equivoco  escrito esta.

En efecto, aquella tarde dominical, el campo de juego de Miramar, rodeado de espectadores, lanzando vítores a sus equipos, los dos rivales en la cancha debidamente alienados. El arbitro mirando su reloj, tocando su silbato dio orden para empezar el partido. El encuentro comenzó a todo dar, el elenco rojo de “Independiente” pero la delantera del equipo pugnaba por doblegar la valla de los estudiantes de secundaria, quienes, con su chompa azul, acometían de contragolpe para superar la acción defensa de “Independiente”. Pero inéditamente con disparos al arco que unos fueron neutralizados por el guardavalla Veneros y otros por la defensa muy bien planteaba, así termino el primer tiempo.

En el segundo tiempo los rojos siembran el pánico y el desconcierto cuando el cimbreante jugador Nolberto Unyen desencadenante su fantasía con el balón al superar a tres niveles mediante la coloratura del driblin para ceder el esférico a Mansueto Honores que con potentísimo short remeció el travesaño.

Sin embargo  los colegiales atentados por su barra: “siempre la S , siempre P, nadie le gana a la S.P, arremetieron con todo “Palito” Gonzales en señal acción habilita la pelota al “chino” ciudad, quien con una finta y luego otra, sortea dos rivales, pasando al balón a Roque Rivera que al desbordarse por la punta izquierda ejecuta un centro y Nolberto Huaraz,  impulsándose en doble ritmo peina el esférico hacia el Angulo superior derecho empero “Combo” Guibovich,  volando de palo a palo desvía la pelota al Cornell.

Ante aquella posibilidad prevista, el Doctor Salazar D.T. pedio a “caldito” ejecutar el tiro de esquina, quien inspirado en Pitágoras,  llevaba en sus pies las esperanzas del glorioso colegio, tomo impulso en su carrera y flexionando la pierna derecha shoteo un balonazo cuantificado que la pelota se elevo al espacio con la excentricidad de su órbita elíptica, mientras el publico miraba estupefacto su trayectoria.

El Ing. tras el disparo corrió full time hacia el área cuando el verbo anunciador de cosas irrelevadas vibraba en un limbo confuso como el eco augural de divinas ecuaciones, el esférico se detuvo al recorrer el trazo de la hipotenusa de 63.63 m luego por acción de la gravedad descendió y a la altura del travesaño “caldito” de un cabezazo….

La introdujo en la valla de “independiente”

¡Goooooooooollll! Fue el gusto de la multitud que se escuchó diez cuadras a la redonda por aquel gol de antología ¡gol imposible!

Faltaban minutos, pero el árbitro, tras aquella jugada matemáticas en base a un teorema aplicando las reglas éticas del arbitraje finaliza el encuentro, porque después de su gol, hubiese como una irreverencia a Pitágoras, continua el partido.