Urgente:
El hermoso distrito de Huandoval , enclavado en uno de los parajes mejor dotados de la provincia de Pallasca, famoso por la inconfundible exquisitez de sus quesos y cuyo esplendor se remonta a la época colonial, está viviendo en estos días el momento más vergonzoso y humillante de su historia; una afrenta que los hermanos huandovalinos no merecen.
Sucede que desde hace catorce meses, la municipalidad distrital de Huandoval está en manos del alcalde Pedro León Paredes Tadey, un sentenciado por corrupción y prófugo de la justicia, quien, de la misma manera cómo se valió de todos los medios para participar y ganar las elecciones, así también se está valiendo ahora de una serie de argucias y vacíos legales para mantenerse con uñas y dientes en el cargo.
Por lo mismo que esta insostenible situación ya lleva catorce meses sin que se vislumbre ninguna solución, los pobladores de Huandoval, conscientes del daño que esto significa para ellos, han empezado a salir a las calles para exigir a viva voz la inmediata salida del alcalde. Aunque un poco tarde, la población ahora está dispuesta a enmendar su error; pues eligieron al alcalde equivocado.
Pero, para mala suerte de los pobladores y para felicidad del prófugo burgomaestre, una serie de artimañas, contenidas en la propia ley electoral, ha puesto trabas en el camino. En efecto, sin un acuerdo de suspensión o vacancia aprobado en primera instancia por el pleno de regidores, es imposible que el Jurado Nacional de Elecciones pueda resolver en segunda instancia una decisión de esta naturaleza.
Para que la máxima autoridad electoral apruebe este pedido, es necesario que, de los cinco regidores que conforman el pleno edil, por lo menos tres de ellos voten a favor de la vacancia. Sin embargo, a pesar de haberse tramitado este pedido hasta en tres oportunidades, el voto mayoritario de los regidores (3-2) ha sido contra la vacancia. Hubo incluso una sesión de concejo convocada para este fin, a la que estos regidores simplemente no asistieron. Aparentemente, todo está muy bien arreglado para que el alcalde Pedro Paredes continúe en el cargo, gobernando a su antojo desde la clandestinidad.
Como es obvio, esta controvertida votación impide que el Jurado Nacional de Elecciones ponga las cosas en su sitio y así lo ha hecho saber este organismo a través de un comunicado oficial. Ante dicha disyuntiva, el ente electoral resulta atado de pies y manos. Sin primera, no hay segunda instancia. Punto a favor del sentenciado.
Pero eso, desde luego, no releva de cierta responsabilidad al JNE. Ha sido precisamente el Jurado Electoral Especial del Santa, la instancia que dio por aceptada la inscripción y participación de Pedro Paredes Tadey en el proceso electoral, a pesar que en ese momento ya llevaba varios años como prófugo de la justica. Es más, ha sido esta instancia electoral la que le otorgó la credencial de ganador a través de terceros y por último la que le permitió juramentar el cargo desde la clandestinidad. El pueblo de Huandoval no puede haber sufrido peor humillación.
Entre tanto y por todo lo que se comenta en Huandoval, desde la comodidad de su refugio y gracias al voto mayoritario de los regidores, el alcalde Pedro Paredes sigue manejando la municipalidad y otorgando licitaciones, como si nada hubiera pasado. Eso hace indispensable que alguien arroje un salvavidas para evitar que Huandoval se hunda y el descontento popular se desborde.