En este Día de la Mujer la jefe de Aseguramiento de la Calidad de SIDERPERU, Vanessa Rodríguez, nos cuenta su experiencia trabajando en el rubro industrial, que ha sido históricamente relacionada al género masculino y como esto no fue un obstáculo para su desarrollo profesional y personal.
¿Qué tan difícil o sacrificado ha sido ingresar a trabajar, y mantenerte, en una empresa que por haber estado mucho tiempo fuertemente ligado al género masculino?
No ha sido una tarea fácil. En el camino aparecen diferentes barreras, que a veces van desde el proceso de selección y reclutamiento, donde son pocas las mujeres que han cursado carreras alineadas a rubros como en el que me desempeño. La buena noticia es que el mundo se encuentra en constante cambio y, hoy en día, es normal ver mujeres en la operación y el liderazgo de las empresas, en los diferentes sectores.
En SIDERPERU, somos cada vez más las mujeres que ocupamos posiciones de liderazgo y son muchas las que están en carrera para tenerla. Además, trabajamos fuertemente por promover un ambiente diverso e inclusivo, e impulsamos a las mujeres a continuar haciendo historia en la industria.
¿Por qué crees que, en los tiempos actuales, las mujeres se empoderan cada vez más y van ganando importantes puntos de trabajo?
Las mujeres de hoy estamos trabajando en nuestro propio empoderamiento: trabajamos fuertemente la autoconfianza, no tenemos miedo de ser nosotras mismas… Todo esto nos está ayudando a convertirnos en mujeres cada vez más empoderadas y seguras. Y una mujer empoderada confía en sus talentos y en sus capacidades para desarrollarse y crecer, a nivel personal y profesional.
En tu puesto actual, ¿tienes a tu cargo varones? ¿Cómo es la dinámica de trabajo con ellos?
Sí, el 98% de mi equipo son varones y un 2% son mujeres. Mi meta, y la de SIDERPERU, es continuar aumentando la cantidad de mujeres en la empresa, dándole oportunidad a más chicas jóvenes de trabajar en rubros como este, tal como en algún momento me la dieron a mí. La dinámica con el equipo, al inicio, fue algo complicada. Muchos de los colaborades que trabajan conmigo eran mayores y no tenían confianza conmigo aún, algo que yo entendía completamente. Sin embargo, se establecieron espacios de diálogo con apertura, verdad y respeto que permitieron generar confianza, y afianzar la relación de equipo. Aún así, es importante trabajar de manera continua en reforzar estos lazos.
Si eres madre de familia, ¿cómo haces para cumplir con tu labor maternal y tu trabajo? Si no, ¿cómo manejas el balance entre tú vida laboral y personal?
Para mí, la única forma de poder hacer bien las cosas es que uno esté bien y se sienta bien. No solo a nivel de salud física, sino que también es muy importante gozar de una buena salud mental. Esa energía es la que nos impulsa a querer hacer mejor las cosas, a sacar nuestra mejor versión, a retarnos cada día en nuestra vida personal y laboral. Es vital poder encontrar ese balance.
¿Qué mensaje o recomendación darías en el Día internacional de la Mujer?
Este día conmemora la lucha de todas las mujeres por vivir en una sociedad donde podamos ser libres, respetadas y vivamos sin desigualdades. Esto debe impulsarnos a que, cada día, seamos la mejor versión de nosotras, luchemos por cumplir nuestras metas y objetivos, y no permitamos que nos digan que no podemos hacer las cosas, solo por mujer. Es importante que cada una de nosotras, desde nuestra cancha, trabajemos para inspirar a más mujeres, sobre todo jóvenes, a seguir derribando estereotipos y que continuemos promoviendo esta conversación tan importante para generar cambios positivos para las generaciones futuras. ¡Feliz Día de la Mujer!