Editorial

Vía de Evitamiento exige correcciones inevitables

Así lo advierte MTC:

El 13 de noviembre del  2023 los pobladores de la zona  agrícola de Cambio Puente y anexos,  pusieron en manos del ministerio de Transportes y Comunicaciones un memorial en el que solicitan la construcción de un puente peatonal  en  el óvalo Buenos Aires, ubicado en el kilómetro 25.6 de la Vía de Evitamiento. El pedido  responde a la necesidad de evitar que, las personas que diariamente transitan por ese lugar, expongan su vida al cruzar una carretera de alta velocidad, considerada por el propio ministerio de Transportes como una vía  de altísimo riesgo.

Faltan escasos días para que se cumplan cinco meses desde que el memorial ingresó a mesa de partes del ministerio,  pero hasta este momento ni el titular ni los funcionarios de este portafolio  se han tomado la molestia de responder el documento. Eso que quiere decir que ante este reclamo, por demás justificado,  el ministerio de Transportes, al menos hasta hoy,  prefiere guardar  absoluto silencio.

Pero eso no es todo.  Como hemos dado cuenta en nuestra edición del lunes, existe  un Informe de auditoría sobre el tema de seguridad vial, de fecha 28 de diciembre del 2023, que ha puesto los puntos sobre las íes. En dicho documento, elaborado por un equipo de técnicos del  referido portafolio, se ha establecido en forma fehaciente  que no son dos ni tres los puntos de interferencia, entre vehículos y peatones, que existen a lo largo de los 40 kilómetros  de la vía de evitamiento.  ¡Son 28! y todos ellos  de altísimo riesgo, lo que demanda, sí o sí,  la construcción de puentes peatonales o pasos a desnivel en cada uno de estos puntos.

Para sorpresa de todos, las mencionadas interferencias, lo mismo que sus respectivas soluciones, es algo que no está previsto en  ningún estudio  previo y, por lo tanto, tampoco aparecen  en el expediente técnico de la obra. Pero no por eso  Chimbote tiene que aceptar gato por liebre. Es inaceptable que omisiones de esta magnitud hayan pasado por alto en una obra de esta envergadura y que recién sean objeto de observaciones cuando la construcción de la vía ya estaría bordeando el  70 por ciento de avance.

Pues a ambos lados de la vía existen antiguas poblaciones urbanas y rurales que necesitan interconectarse a diario. No solamente se trata de agricultores y trabajadores del campo, sino también de amas de casa y escolares. Actualmente todos ellos  atraviesan la vía ya sea a pie, en acémilas, bicicletas y otros medios de transporte.  Pero, claro, mientras la vía se encuentre en construcción, podrán hacerlo sin ningún riesgo ni  problema. Sin embargo, cuando la vía  entre en funcionamiento la cosa será totalmente distinta, como el propio ministerio de Transporte lo acaba de advertir.

Algo entonces se tendrá que hacer,  y con la premura que el caso amerita. La vía de evitamiento exige correcciones inevitables.