Editorial

Losas deportivas ahora son conflictivas

El problema  es habitual no solo en las losas deportivas El Acero, Los Héroes, Las Gardenias, Cáceres Aramayo y El Bosque, que últimamente son las más mencionadas.  Sin excepción, y en la misma medida, el problema es recurrente y consuetudinario  en todas las losas deportivas de Chimbote y Nuevo Chimbote.

Construidas en diferentes urbanizaciones y asentamientos humanos para  la práctica del deporte y el sano esparcimiento de la comunidad,  las losas deportivas  han distorsionado por completo ese noble objetivo y se han convertido ahora en pistas de baile y bares al aire libre.

No hay un fin de semana en el que estos recintos comunales  dejen de ser escenario de estruendosas fiestas, con sonido a todo volumen y consumo de licor a discreción, las mismas que atentan contra la tranquilidad del vecindario. Por si fuera poco, la gente que asiste a estas reuniones convierte en urinario público las veredas y áreas verdes  de los alrededores, sin hacer caso al reclamo de los vecinos. Ni la Policía Nacional ni el Serenazgo  hacen valer su rol de guardianes del orden  y la seguridad ciudadana.

En constantes llamadas que realizan a este diario y otros medios de comunicación, los vecinos lamentan que ninguna autoridad atienda sus reclamos. En todo caso, escuchan pero no actúan. Y han confirmado que son propios dirigentes vecinales quienes, sin consultar a nadie y por propia iniciativa,  alquilan las losas deportivas para  la realización de estas actividades.

Sostienen asimismo que, efectivamente, quienes organizan estas reuniones pagan un alquiler a los miembros de la directiva con el argumento que dicha recaudación será destinada para el pago de energía eléctrica, servicio de agua y mantenimiento de la losa. Aún así, precisan, los dirigentes no rinden cuenta a la comunidad, ni de la recaudación ni de los gastos que realizan por este concepto. Todo quedaría en familia.

Según se ha podido conocer, estas losas han sido construidas en algunos casos por el Gobierno Regional de Ancash, y en otros por la Municipalidad Provincial del Santa y la Municipalidad distrital de Nuevo Chimbote, lo que significa que tienen la condición de bienes públicos de propiedad del estado. Por lo tanto, el uso distorsionado y el usufructo ilegal de estos bienes estaría enmarcado en el delito de peculado de uso.

Los vecinos y algunas autoridades que han llamado a este medio para expresar su protesta por este persistente e  insoportable problema, han coincidido en demandar que sean las municipalidades quienes retomen la administración directa de las losas, sin que eso desde luego  tenga que representar una  carga burocrática. Tanto en la municipalidad provincial como en la distrital,  existe un buen número de empleados, entre estables y contratados, que ni siquiera tienen un escritorio ni una silla donde sentarse. Tranquilamente ellos podrían hacerse cargo de las losas y con ello  generar un ingreso a la institución.

Es de esperar por tanto, que el problema de las losas deportivas sea encarado y resuelto cuanto antes. Por un lado está el derecho de los vecinos a disfrutar del sano esparcimiento y  vivir en paz; y, por otro, la necesidad de evitar que los bienes del estado se conviertan en escenario de escándalos. Losas conflictivas, nunca más.