Editorial

Que esta historia no se repita jamás

Chinecas:

El otorgamiento de la buena pro para la elaboración de un nuevo estudio de pre inversión del Proyecto Especial Chinecas, no deja de traer a la memoria una historia que vale la pena recordar, pero para que no se repita jamás.  Al cabo de 39 años de (in)existencia,  se puede decir que Chinecas  ha pasado hasta por tres etapas  de gestación  sin que  ninguna de ellas haya culminado en un alumbramiento feliz. Todos los ofrecimientos y todos los intentos  por hacer de Chinecas  un proyecto viable y con futuro,  han terminado abortados.   

La primero de estos periodos de gestación  tuvo lugar en mayo de  1985, cuando el saliente ex presidente Fernando Belaunde Terry  creó la Autoridad Autónoma  del Río  Santa. El objetivo era la ejecución simultánea, y en igualdad de condiciones,  de los Proyectos Chinecas y Chavimochic. Esta primera y desventurada etapa, como bien sabemos,  tuvo apenas  tres meses y medio de duración.

Tras asumir el cargo en julio del mismo año,  apenas un mes después, el 5 de septiembre, el ex  presidente Alan García Pérez  borró de un plumazo  todo lo relacionado con la Autoridad Autónoma del Río Santa. Para complacer a sus socios políticos del llamado Sólido Norte, dispuso que  tanto Chinecas como Chavinochic, gestionen su ejecución  cada uno por su lado. Lo que no dijo, era que eso iba a depender de la voluntad política que su gobierno  ya tenía decidido  otorgar a uno de ellos y no a los dos proyectos.  Treintainueve años después, el resultado de esta  decisión tomada al caballazo, lo dice todo.

Con la llegada del año 2000, en otra sorpresiva decisión política que se adoptó de la noche a la mañana,  el ex presidente Alberto Fujimori  replanteó el proyecto original  y sorprendió a todo el mundo con el denominado “Chinecas Reestructurado”.  Pero, fiel a su estilo, evitó llamar las cosas por su nombre.  La reestructuración significaba reducir el proyecto solo al ámbito de Chimbote y Nepeña, excluyendo de este beneficio a los agricultores de Casma. Aun así, en vista que el ex gobernante se encontraba en plena campaña por la re-reelección, la  maniobra política le permitió aumentar  considerablemente su caudal electoral en la provincia del Santa.

Posteriormente, durante la gestión  del ex presidente regional César Álvarez Aguilar, solicitó que se traslade del INADE al Gobierno Regional de Ancash. A partir de allí Chinecas estaba sentenciado a vegetar.  En aquella época habló insistentemente de  un “Chinecas Consensuado”,  que no pasó de ser  un sicosocial concebido para distraer la atención pública ante los escándalos de corrupción.  Imposible olvidar que fue precisamente en el transcurso de esa nefasta gestión cuando la propia autoridad regional, también en campaña por la re-reelección, promovió la invasión masiva de las tierras de Chinecas con fines de vivienda.  En forma simultánea fueron 308 hectáreas en Nuevo Chimbote y 550 en Casma. Otro triunfo electoral gracias a las tierras de Chinecas.

Desde entonces y hasta la fecha,  Chinecas  es un tema que solo ha servido  de argumento para poses políticas y  campañas electorales.  Se afirma que alrededor del  40 por ciento de sus tierras están en poder de invasores, entre los que se hallan empresas industriales, organizaciones laborales  del Poder Judicial y del Ministerio Público y, para no creerlo, trabajadores del mismo Proyecto Especial Chinecas.

Ha sido en el marco de este panorama, que el jueves  se ha firmado el contrato entre Pro Inversión y la empresa consultora “Consorcio LSH Consulting Engineers SAC,  para la elaboración del estudio de pre inversión que permita definir la viabilidad y el mecanismo de inversión  para hacer realidad Chinecas. Eso quiere decir que después de 39 años, una vez más Chinecas va a empezar de cero. Ojalá esta vez la historia no se repita.