Editorial

Conflicto a la vista

Vía de Evitamiento:

Aún cuando todavía no entra en funcionamiento, la Vía de Evitamiento ya es motivo de una triple confrontación. Pero mientras el Ministerio de Transportes y Comunicaciones dice una cosa, la empresa concesionaria, encargada del cobro de peajes,  hace otra cosa. En medio de esta controversia, ha surgido una tercera posición, que es la que merece prioridad. Los pobladores que diariamente van a exponer su vida al cruzar esta vía a pie, en acémilas o en vehículos menores,  están exigiendo la construcción de puentes peatonales y pasos a desnivel ahí donde la interferencia entre peatones y vehículos va a ser crucial,  pero hasta hoy sus reclamos son olímpicamente bypaseados.

Tras un arduo  trabajo de constatación y reconocimiento de campo realizado a fines del año pasado, un equipo de técnicos del Ministerio de Transportes,  no ha sugerido, sino más bien ha planteado la necesidad de construir nada menos que veintiocho puentes peatonales o pasajes a desnivel  en los puntos de interferencia que se han identificado a lo largo de los 40 kilómetros de la vía. Dicho planteamiento ha sido oficializado a través del Informe N° 090-2023 pero, sin embargo, la empresa concesionaria ha informado que ya ha construido cuatro puentes o pasajes, y ha dado a entender que, al menos hasta este momento, esa es su  última palabra.

Siendo así,  lo único que queda  claro es que, tanto el estudio de pre inversión como el expediente técnico de la obra, han sido objeto de una elaboración precipitada y a todas luces equivocada. El haberse omitido la construcción de más de veinte puentes peatonales o pasos a desnivel en una vía de alta velocidad vehicular y considerable densidad poblacional, es una negligencia  sencillamente inaceptable. ¿Cómo pudo el Ministerio de Transportes y Comunicaciones haber dado luz verde a un proyecto  con estas omisiones?

Algo sintomático debe estar sucediendo, pues este problema no solo se presenta en Chimbote.  Es consuetudinario y recurrente  en todos los  tramos de la Panamericana Norte donde la misma empresa tiene la concesión de los peajes. No  se trata únicamente de la falta de puentes peatonales, que ya es bastante,   sino también de la presencia de óvalos donde la volcadura de vehículos pesados es  frecuente, como ocurre en los cruces de Tortugas y Samanco.

De no ser atendido el reclamo de los pobladores, éstos han anunciado la realización de movilizaciones de protesta para exigir que los puentes y pasos a desnivel se construyan antes y no después que la vía entre en funcionamiento.  Se trata de gente que habita a ambos de la vía y que tendrá  que cruzarla diariamente ya sea para ir al trabajo, a la escuela o al mercado. El riesgo es altísimo.

A lo largo de los 40 kilómetros de longitud que tiene la vía, solo han considerado la construcción de cuatro puentes que se ubican en los kilómetros 4, 12, 22 y 36, los mismos  que, según el equipo técnico del ministerio de Transportes, no son suficientes. Los puntos de interferencia son veintiocho  y eso es algo que, en efecto, se tiene que solucionar antes que la vía entre en funcionamiento.  No hacerlo sería agudizar el problema; un conflicto a la vista.