Opinión

Terrorismo nunca mas

Por: Fernando Zambrano

Analista Político

La historia sangrienta del terrorismo en Perú está marcada por la actividad del grupo terrorista Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru – MRTA- , que perpetraron sus más sanguinarios actos terroristas durante la década 1980 – 1990.

Sendero Luminoso, organización terrorista de extrema izquierda, llevó a cabo atentados mortales, asesinatos selectivos y enfrentamientos violentos con las fuerzas del orden. Sus acciones dejaron un legado de dolor y sufrimiento en la sociedad peruana.

Pero a más de cuarenta años de la etapa más sangrienta del terrorismo (1980-1990), cuál es el nivel de recordación de dichos sucesos. En el siguiente gráfico se ilustran las cuatro décadas (1980-2020) que han pasado y se asocia a la edad de quienes hoy día cuentan con poco más de cuarenta años.

Notamos que quienes el año 2020 cumplieron cuarenta años de edad, tienen muy poco o nulo nivel de recordación de los sucesos sangrientos durante la década de los 80s. Esto en razón de que por aquellos tiempos a lo más tenían diez años de edad.

Ahora imaginemos lo que sucede con aquellos que tienen menos de cuarenta años, los jóvenes de quince, veinte o treinta años prácticamente conocen de aquellos hechos por historia y, en gran parte, historia mal contada por quienes manipularon la historia victimizando a terroristas.

En el gráfico también se puede apreciar que, durante la década de los 80s, Sendero Luminoso concentró casi todas sus acciones terroristas en el interior del país, específicamente en zonas rurales, y es en la década de los 90s. que ingresa a Lima con atentados como el de Tarata o el asesinato de María Elena Moyano. En la década del 2,000, remanentes de Sendero Luminoso se repliegan al VRAEM para aliarse al narcotráfico, convirtiéndose en narcoterroristas.

Pero profundicemos un poco y veamos quienes les enseñan a nuestros jóvenes esa historia intencionalmente mal contada, que inclusive aparece en textos escolares. Si, docentes que también en su gran mayoría aprendieron sobre la historia del terrorismo haciendo uso de los mismos textos manipulados y, peor aún, existen algunos docentes e inclusive catedráticos, que son simpatizantes o cercanos a organismos afines a movimientos terroristas.

Dicho esto, corresponde al Estado purgar, no sólo a simpatizantes de movimientos pro terroristas sembrados en el sector educación, sino los textos escolares que contienen información sesgada o manipulada para que terroristas aparezcan como víctimas y no como lo que son, criminales terroristas que asesinaron humildes campesinos, incluidos mujeres y niños, a punta de machete y hacha, que decapitaban policías, que hacían explotar coches bomba causando cientos de víctimas, que utilizaban a los niños para hacer volar torres de alta tensión, que dinamitaron los cuerpos de sus víctimas.

Si nos mantenemos en actitud pasiva, mañana más tarde nos lamentaremos. La elección de Pedro Castillo, con discurso violentista y abierto acercamiento a sectores extremistas, no debe pasar solo como una anécdota. Es una clara advertencia de que un gran sector de la población se ha “comido” el cuento de que los terroristas no son los malos, que la violencia es la partera de la historia y que al poder se llega con las armas.

Terrorismo nunca más, que la historia no se repita.