Opinión

Rumbo a las elecciones 2026

Por: Fernando Zambrano Ortiz

Analista Político

Las próximas elecciones generales en Perú, incluyendo la elección del presidente y el vicepresidente, se llevarán a cabo el domingo 12 de abril de 2026; sin embargo, para postular como candidato, los interesados deben afiliarse a un partido político antes de julio de 2024, cuando se publicará la convocatoria oficial a los comicios.

Pero, ¿en qué situación se encuentran los partidos políticos que buscan participar en las elecciones 2026?

Acción Popular fue infiltrado por grupos sectarios de izquierda caviar y se partió en dos, quedando el partido en manos de dirigentes de izquierda.

Cuenta con un grupo parlamentario seriamente afectado por presunta corrupción de varios de sus congresistas, lo que llevó a la renuncia de miembros de su grupo parlamentario. Se anunció la creación de un grupo parlamentario paralelo denominado Fernando Belaunde.

Luego del deceso de Fernando Belaunde y posteriormente de Valentín Paniagua y otros líderes, no ha generado nuevos liderazgos y el costo político de ello los golpea muy fuerte.   

Alianza para el Progreso Con su líder sufriendo el desgaste propio del cargo público que ostenta, a lo que se suma la alianza con un Gobierno duramente cuestionado, lleva en sus hombros un pasivo muy alto.

Su grupo parlamentario es considerado oficialista y con ello asume un alto costo político de la alianza con la presidente Dina Boluarte.

Diría que hoy en día Alianza para el Progreso se sostiene en la billetera de su líder y no en alguna ideología o doctrina.

Avanza País Sin liderazgo ante la renuncia de Hernando de Soto, su dirigencia se ha dedicado a ofrecer candidatura presidencial, contactando a diversos actores políticos y no políticos, sin consolidar ningún acuerdo.

El destino de sus jóvenes congresistas que destacan es incierto.

Fuerza Popular Con su líder histórico en libertad, enfrenta la disyuntiva del liderazgo entre Alberto Fujimori y Keiko Fujimori; sin embargo, se aprecia que la liberación de su líder histórico le genera mayores expectativas políticas para el 2026.

En el Congreso se muestra como la primera fuerza política y el grupo parlamentario que mejor nivel de disciplina en el voto muestra.

Partido Aprista Peruano Retorna a la arena política formalmente, luego de perder su inscripción; pero ante la carencia de liderazgo, la dirigencia está dividida en dos y hasta tres grupos, cuyas riñas internas se exteriorizan sin rubor alguno.

Lejos de los primigenios postulados de su líder histórico V.R. Haya de la Torre, “fe, disciplina y acción”, hoy se muestra como un partido novato, con más de 90 años de presencia política, en el que la disciplina se ha perdido.

Perú Libre arrastra la pesada carga de Pedro Castillo, a quien el partido llevó al poder. Con su líder ideológico en la clandestinidad le será muy difícil volver a levantar a su electorado para las elecciones de 2026.

Después de ser la primera fuerza política en el Congreso, con 37 congresistas, hoy en día solo cuenta con 12.       

Renovación Popular Luego de la elección de López Aliaga como alcalde de Lima Metropolitana, el partido perdió liderazgo real, lo que ha llevado a que su grupo parlamentario luzca fraccionado en gran parte de las votaciones y se lancen dardos entre ellos.

Las pugnas entre sus congresistas por hacerse del vacío de poder, los debilita cada día más.

En conclusión, las fuerzas políticas más representativas tendrán que tomar decisiones pronto para continuar en carrera hacía las elecciones 2026. Pero cuidado, pues puede repetirse la historia en el manejo fraudulento de las elecciones de 2021.

Existe la posibilidad de que Salas Arenas sea reelegido por el Poder Judicial o que busque mantenerse en base a leguleyas, como la que los miembros de la Junta Nacional de Justicia utilizaron para permanecer en el cargo más allá de la edad límite.

El Congreso tiene la responsabilidad de evitar que ello ocurra y la fecha límite para poder hacer algo se aproxima. Si Salas Arenas convoca a las elecciones 2026, ya no existirá posibilidad alguna de retirarlo del cargo, pues la ley establece que una vez convocadas las elecciones no se puede cambiar a los miembros del Jurado Nacional de Elecciones.