Editorial

Una grata noticia

Av. Pardo:

Un  anuncio que ha causado gran impacto en la población de Chimbote es a no dudarlo el que  ha formulado el alcalde Luis Gamarra Alor con relación a la remodelación de la avenida José Pardo. Esta obra se inició en julio del 2022 durante la gestión del ex alcalde Roberto Briceño Franco y debió ser concluida en un plazo de seis meses, es decir los primeros días de enero del 2023, pero no ha sido así.

Como resultado de serias incongruencias técnicas y administrativas que surgieron desde un primer momento y que caracterizaron a dicha gestión, la obra se ha mantenido paralizada hasta hace unas semanas, afectando seriamente la imagen y el amor propio de Chimbote.

En su mensaje dirigido a la ciudad anteayer domingo con motivo  del 74° aniversario de creación de la provincia del Santa, el alcalde Gamarra  ha anunciado que la primera etapa de la obra, comprendida entre el jirón Guillermo More y la  avenida Aviación, será concluida indefectiblemente  antes del 20 de junio, haciendo hincapié que esa es su palabra de honor.

Eso quiere decir que, después de dos años, la población de Chimbote volverá a disfrutar de esta centenaria vía. Y no solo eso.  Las actividades oficiales con motivo de la fiesta patronal de San Pedrito volverán a  tener como escenario principal las primeras cuadras de esta tradicional e histórica arteria.

Entre todas las obras que la gestión del ex alcalde  Briceño ha dejado paralizadas, no cabe duda que la que más ignominia ha causado a la población es la remodelación de la avenida Pardo, algo que solo puede compararse con el daño causado por un desastre natural. Esta es la más antigua y tradicional arteria chimbotana, testigo de inolvidables celebraciones que forman parte de la historia y de la identidad cultural de Chimbote. De ninguna manera ha podido ser objeto de semejante maltrato.

Asimismo, sin que jamás se haya brindado a la población las explicaciones que el caso amerita, lo cierto es que la paralización de la obra ha colmado en demasía la capacidad de tolerancia de los chimbotanos. Que recordemos, nunca antes una gestión edil ha sido capaz de llegar a estos extremos de atropello contra la ciudad.

Miembros de antiguas familias chimbotanas que residen en esta parte de la ciudad,  no salen de su asombro y consternación. Consideran que lo sucedido con la avenida Pardo en nada se diferencia con un ensañamiento y un deliberado propósito de hacer las cosas mal.

De acuerdo con los informes que emite la Contraloría General de la República, una obra pública solo puede quedar paralizada como resultado de una mala gestión. Un expediente técnico mal elaborado y un proceso de licitación peor convocado, terminan con una obra paralizada o abandonada. Aquí las tenemos a montones. Son decenas de millones de soles que permanecen en escombros o simplemente en primera piedra.

Que la avenida Pardo recupere el esplendor de otros años y vuelva a ser escenario del reencuentro con nuestras tradiciones, no deja de ser una grata noticia.