Opinión

AFP: Crónica de una muerte anunciada

Por: Oscar Wong (*)

El modelo de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) creadas en Chile en 1980, fue acogido por otros países latinoamericanos a partir de los 90, tras considerarlo exitoso. El ahorro obligatorio de los trabajadores es gestionado por las AFP, quienes invierten el dinero en el mercado de capitales cobrando por ello una comisión. Al 2023, un jubilado chileno del sector farmacia que se quedó en el sistema antiguo percibe el triple de pensión que uno del mismo rubro en la AFP. La crisis social causada por este sistema privado es tan grave, que desde hace casi dos décadas, el país inventor de las AFP viene intentando cambiarlo y reformarlo, teniendo que recurrir a los subsidios estatales.

El Perú adopta este modelo en el 93 y lejos de brindar amplia ventaja y beneficio a la masa trabajadora, otorga grandes dividendos a las compañías administradoras. Pese a los resultados negativos que se presentaron en la rentabilidad de los fondos de los afiliados el 2022, las AFP cerraron con ganancias de hasta S/ 471 millones; en el 2023, registraron igualmente una ganancia mayor a S/ 486 millones; y más de S/ 200 millones, al cierre de febrero del 2024. El modelo de negocio sí resulta ser todo un éxito para las cuatro compañías establecidas en el Perú, quienes gracias a las comisiones que les cobran a sus afiliados, generaron ganancias por más de S/ 1,000 millones tan solo entre el 2022 y febrero del 2024. Las AFP siempre ganan, ¿y los afiliados?

También debemos considerar, que las inversiones realizadas por las AFP en el mercado de capitales se hacen con el dinero de los aportantes y el riesgo que esto conlleva es asumido entera y exclusivamente por éstos últimos. Pese a que las AFP no asumen ningún tipo de riesgo, comisionan el 25% del aporte de un afiliado. Así, un fondo de S/ 100 mil queda reducido a S/ 75 mil por la comisión cobrada; debiendo considerar que este saldo podría seguir disminuyendo por los resultados negativos de las inversiones realizadas. Entonces, si las AFP no arriesgan nada, ¿por qué causa, motivo, razón y circunstancia cobran semejantes cifras?

El objetivo primordial del sistema previsional privado es el generar pensiones dignas, garantizando a sus afiliados una prestación para la vejez; sin embargo, lo cierto es que, en el Perú, la calidad de vida se deteriora al llegar a la jubilación, cuyas pensiones resultan ser apenas la tercera parte del salario promedio. Por tal razón, la mayoría de los jubilados se encuentran en la imperiosa necesidad de seguir trabajando porque lo que reciben no les alcanza ni para lo básico. Si esta es la situación de un pensionista, imaginemos ahora a aquellos que no perciben ni percibirán una pensión. Al 2021, sólo el 26% de la población económicamente activa se encontraba en el sistema previsional, es decir, uno de cada cuatro trabajadores aportó para su jubilación; mientras que el 74% no contó con ningún tipo de protección, siendo esta realidad, parte de la gran informalidad laboral que envuelve al país.

¿Sirven de algo actualmente las AFP? Tanto la Ley 30478, que permite al afiliado retirar el 95,5% de su fondo de pensiones; como los reiterados retiros masivos aprobados en los últimos años, desdibuja completamente la esencia de las AFP, perdiendo su carácter previsional y convirtiéndolas en meras entidades de ahorros con un producto –tipo plazo fijo– de muy largo aliento. Esto nos lleva a considerar otra realidad, que el 1% de los afiliados opta por el pago de una pensión mensual; mientras que el 99% de ellos, realizan el retiro total de sus fondos. Las AFP no tienen mayor futuro en el país y es hora de que se haga algo al respecto.

La complejidad del sistema previsional peruano, obliga a que se promueva una concertación política, académica, gremial, entre otros, para la búsqueda de la mejor alternativa de reforma pensionaria para el Perú. A puertas de un sétimo retiro de AFP, se requiere que nuestro poder legislativo tenga un papel más serio y protagónico en la reforma de nuestro sistema previsional.

(*) Abogado, MBA, Mtr.Int. Liderazgo.

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