Urge una masiva campaña de comunicación que informe a los usuarios sobre este sistema de registro y qué hacer para no verse perjudicados.
En 2017, mediante el Decreto Legislativo 1338, se creó el Registro Nacional de Equipos Terminales Móviles para la Seguridad (Renteseg). Su objetivo es combatir el comercio ilegal de equipos móviles y su implementación está a cargo del Osiptel.
En este marco, solo se encuentran habilitados para operar en la red del servicio público móvil de telecomunicaciones los equipos importados legalmente, así como los adquiridos en el extranjero por personas naturales, que hayan sido incorporados en la llamada “Lista Blanca”. La obligación de su registro recae en los importadores, fabricantes y ensambladores.
El 22 de abril de 2024 se debió iniciar el bloqueo de los equipos no registrados; pero, según Osiptel, el 69% de los celulares que se activan diariamente no están en la Lista Blanca. Cabe aclarar que se trata de celulares no registrados que no fueron robados.
Al advertir que el número de bloqueos sería considerable, Osiptel prorrogó el plazo hasta el 22 de julio.
Hasta dicha fecha, Osiptel deberá implementar una masiva campaña de comunicación para no perjudicar a los usuarios. En 2023, fueron 30 las empresas importadoras de celulares, según la Sunat. Osiptel deberá notificarlas para que cumplan con el registro oportuno de los equipos.
Asimismo, deberá esclarecer qué pasará con los turistas que lleguen al país. ¿Deberán registrar también sus equipos? Y, en caso no lo hagan, ¿podrían verse afectados también por el bloqueo? La norma no es clara al respecto.
ANÁLISIS DE IMPACTO REGULATORIO
Así como se necesita una adecuada implementación del Renteseg, conviene analizar su eficacia. Si vemos el número de celulares robados, a partir del inicio del registro en 2017, se observa una disminución progresiva. Como consecuencia de la cuarentena de los años de pandemia (2020 y 2021), la cifra se redujo considerablemente. En los años posteriores (2022 y 2023) no se regresó a las cifras prepandemia, pero sigue siendo una cifra alarmante. Los dos primeros meses de 2024 ya registran unos 273,000, según Osiptel, en base a lo reportado por las empresas operadoras.
En la medida que va llegando información actualizada sobre la implementación de la tercera fase del Renteseg para evaluar su impacto, resulta de ayuda revisar las experiencias de otros países.
El documento “Hurto de equipos móviles en América Latina. Políticas e iniciativas actuales”, elaborado en 2017 por la empresa Telecommunications Management Group, Inc. , hace un repaso de las medidas tomadas en América Latina para combatir el robo de equipos y evaluar su efectividad.
Menciona que las soluciones que generalmente se han implementado se clasifican en dos categorías: medidas de bloqueo (como las listas blancas y negras) y soluciones técnicas. Las primeras han sido aplicadas ampliamente en toda América Latina; mientras que las segundas, más en Norteamérica y Europa.
A pesar de su masiva implementación, existiría poca evidencia que compruebe la efectividad de estas listas en la reducción de robos de los equipos, a lo que se suman sus altos costos y cargas para los usuarios. Contrariamente, las soluciones técnicas, implementadas por los mismos fabricantes, han probado ser más afectivas. La más frecuente es el killswitch o mecanismo de desactivación total.