Editorial

Aguas turbias, agitadas y malolientes

Chinecas:

En mayo del año pasado, luego que las intensan lluvias provocadas por el ciclón Yaku destruyeran parte de canal principal de Chinecas, los agricultores del sector Cascajal Izquierdo hicieron un gran esfuerzo para  reunir  la suma de 274 mil soles, la misma que fue entregada  en préstamo al proyecto especial Chinecas para que repare los daños en el más breve plazo, pues la falta de agua ponía en peligro sus cultivos. El compromiso asumido era que, tan pronto como Chinecas recibiera la transferencia del gobierno central para enfrentar la situación de emergencia,  el préstamo iba a ser honrado inmediatamente.

Se ha cumplido un año desde que los agricultores realizaron este préstamo con la mejor buena fe, pero hasta hoy la gerencia de Chinecas no solo ha dejado de honrar la deuda. Ahora también se hacen los desentendidos. Ha sido esta actitud desleal, pero  al mismo tiempo muy propia de quienes están al frente y también detrás de la conducción de Chinecas,  la que ha vuelto a poner  sobre el tapete la gama de entretelones y subterfugios que mantienen a Chinecas en medio de un mar de aguas turbias, agitadas y malolientes.  Cualquiera que sea el gobernador regional o el gerente de turno, lo cierto que, a ese paso, y desde el  mismo interior de las oficinas de Tangay, Chinecas estaría cavando su propia tumba. Todo huele mal.

Pero eso no es todo. Tras un reciente y reiterativo reclamo para obtener la devolución del préstamo,  los agricultores de Cascajal Izquierdo han denunciado la forma por demás irregular en la que se habría producido el otorgamiento de la buena pro para la reparación de esta parte del canal principal de Chinecas, obra valorizada en más de 5 millones de soles y que estará a cargo del cuestionado Consorcio Krausen. Ha trascendido que el referido otorgamiento se habría realizado de la manera más subrepticia y sin haber seguido el debido proceso, a tal punto que no aparece en el portal de algunos organismos del estado encargados de actuar como filtro.

Y no solo eso. Los agricultores de Cascajal Izquierdo han sido enfáticos  en  señalar su desacuerdo con más de once prolongados cortes de agua, que ha decidido llevar a cabo la gerencia de Chinecas. Afirman que estos cortes son anti-técnicos y hasta podría ser una represalia por el hecho de  haber denunciado la no devolución del préstamo de 274 mil soles así como la selección irregular del Consorcio Krausen. Situación que ha agudizado el enfrentamiento no solo entre los usuarios del canal de Chinecas, sino también entre los mismos gerentes y asimismo entre los dos  sindicatos que existen al interior del proyecto. ¿Por qué ese empeño en hacer de Chinecas una tierra de nadie?.

De lejos, hechos como éste tiene cierta hediondez a conspiración, que es lo mismo decir al deseo enmascarado de hacer todo lo inimaginable para que el proyecto de irrigación ni siquiera llegue a la sala de partos. Hace apenas dos semanas, Pro Inversión anunció haber seleccionado a la empresa consultora internacional que se encargará de elaborar un nuevo estudio de factibilidad de Chinecas.  Una noticia esperanzadora  que en nada coincide con las condiciones adversas que vienen sucediendo al interior del proyecto, entre ellas el caso de Cascajal Izquierdo.

Ante la inevitable pregunta ¿quién salvará a Chinecas? , lo único que queda es esperar que la Contraloría General de la República asuma el papel que le ha encargado el estado y proceda a intervenir este organismo, salvo que estemos equivocados. Por todo lo que está sucediendo, solicitar eso mismo a la Fiscalía Anticorrupción no es otra  cosa que perder el tiempo.