Editorial

Una inaceptable falta de educación

Directores de colegios:

No solamente se trata del director del colegio nacional Inmaculada de la Merced, uno de los planteles más antiguos y emblemáticos de Chimbote, de cuya  cuestionada  gestión ya nos hemos ocupado en reiteradas oportunidades. Ahora también se trata de la directora del colegio nacional Artemio del  Solar Icochea del distrito de Santa, donde la falta de transparencia parece ser exactamente la misma.

Desde hace alrededor de diez años los directores de ambas instituciones educativas se resisten sistemáticamente a rendir cuenta de los ingresos y egresos que año tras año realizan con la recaudación por concepto de Asociación de Padres de Familia, que al parecer es el Talón de Aquiles en todos los planteles que funcionan en el ámbito de la UGEL Santa.

Hasta donde se sabe, el manejo de estos fondos se realiza en forma concertada entre la dirección del plantel y la directiva de la APAFA, pero con cargo a rendir cuenta pormenorizada ante los padres de familia y la UGEL. Cosa que lamentablemente no sucede.

Desde la reserva de vacantes hasta el pago de matrícula y muchos conceptos más, se realizan previo pago a la APAFA, hecho que ya se ha convertido en una norma  general que colisiona en todos sus extremos con el derecho constitucional a la gratuidad de la educación pública. Se da el caso que en algunos colegios del estado, el  monto de la matrícula está a la par con el de un colegio particular; algo que es inconcebible.

Pero si esta contradicción  ya es una costumbre que impera  abiertamente a nivel nacional, lo que no se puede aceptar es que el manejo de este dinero, que para muchos padres de familia significa un enorme sacrificio, se realice en forma arbitraria y asolapada, como si los colegios del estado fueran propiedad de alguien en particular.

Nadie tendría porque objetar, por ejemplo, que estos fondos se utilicen en el mantenimiento de los servicios higiénicos y otras instalaciones básicas de un local escolar o en actividades de complementación educativa debidamente justificadas. Pero lo que no se puede aceptar  de ninguna manera es el manejo inconsulto y arbitrario de estos fondos y, peor aún,  que todo se haga a espaldas de los padres de familia.

Tanto en la UGEL  Santa como en otras instancias del sector educación existen dependencias encargadas de supervisar  el uso de estos fondos, razón por la que llama poderosamente la atención que por más de diez años los directores de los colegios Inmaculada de la Merced y Artemio del Solar, solo por citar dos ejemplos, se resistan abiertamente a rendir cuentas del teje y maneje de los fondos de la APAFA.

Recién hace dos días, y ante el reclamo de los padres de familia, la directora de la UGEL Santa, profesora Rommy Saldaña, ha exhortado a todos los directores de su jurisdicción a rendir cuenta  de los fondos de la APAFA. Nada puede ser más saludable que los directores de colegio pongan punto final a esta inaceptable falta de educación.