Opinión

El agua nuestra de cada día

Por: Oscar Wong (*)

Según la Encuesta Nacional de Hogares 2022, más de 25 millones de peruanos no cuentan con agua potable de calidad. Y es que no basta sólo con tener una conexión de agua, sino poder contar con un servicio continuo 24/7 y de calidad; esto es, el debido tratamiento de las aguas residuales con un nivel de cloro seguro y el cumplimiento de los parámetros básicos de control obligatorio (cloro, turbiedad, pH y coliformes totales).

Se dice que el agua es vida, esencial para para los seres humanos y todos los seres vivos del planeta, es limitado e insustituible; la falta de este recurso genera diversos problemas en el ecosistema. Las personas que no cuentan con agua potable, se ven afectados principalmente en su salud, su higiene y su economía; por tal razón, el acceso al agua potable está considerado como un derecho humano, indispensable para vivir dignamente y condición previa para la realización de otros derechos. Actualmente hay una alerta mundial sobre la escasez de este recurso natural, lo que significa que debemos gestionarla cada vez más, de una mejor manera; según el informe de la UNESCO (2018), la escasez de agua de aquí al 2050, afectará a 5,000 millones de personas. Si esto es así, aquellos países que tienen el privilegio de contar generosamente con este valioso recurso, como es el caso del Perú, no nos podemos dar el lujo de que el agua termine en el mar sin que haya servido para el uso doméstico de todos y cada uno de los peruanos. Un tercio de los recursos hídricos del planeta se encuentran en Sudamérica y el Perú es el tercer país con más agua dulce del mundo, con casi el 5% del volumen total, después de Brasil y Colombia; pero somos también el segundo país con mayor consumo, con un uso deficiente y consecuentemente deplorable.

Dicho esto y aunque parezca increíble, los gobiernos regionales, en el 2023, dejaron de ejecutar S/ 2,147 millones del presupuesto para la inversión pública en saneamiento, siendo Pasco (27.9%) y Ancash (33.4%) las de menor ejecución nacional en este rubro. Ancash, que cuenta con poco más de 1 millón de habitantes, tenía al 2021 una brecha de 280 mil personas sin acceso al servicio de alcantarillado y más de 52 mil sin acceso a agua potable; sin embargo, el año pasado, ejecutó tan sólo un tercio de los S/ 529 millones de su presupuesto para saneamiento (IPE, 2023). Tal y como sostienen muchos referentes de opinión: “plata hay, lo que no hay es una buena gestión”; muestra clara de que el sistema de descentralización ha fallado, es deficiente y perjudicial para los intereses de la población.

Cuando las riendas las toma el gobierno central, interviniendo en las necesidades básicas de los ciudadanos, las cosas funcionan un tanto diferente; al menos, la provincia del Santa, avizora con muy buenos ojos el megaproyecto Grandes Ciudades que financiará el ejecutivo a través del Ministerio de Vivienda, con una inversión superior a los S/ 1,000 millones. Permitiendo que 111 asentamientos humanos y más de 200 mil habitantes de Chimbote y Nuevo Chimbote puedan acceder por primera vez a agua potable y alcantarillado; mejorando también las conexiones ya existentes y construyendo la segunda planta de tratamiento de agua potable. Sin embargo, el trabajo de saneamiento de los terrenos requeridos para tales fines, por parte de la municipalidad provincial, es vital para la viabilidad del proyecto, de lo contrario las mejoras de saneamiento que anhelan y esperan centenares de conciudadanos, sufrirán una indeseable y continua postergación; por tal razón, la municipalidad provincial debe procurar cumplir con este requisito cuanto antes.

El agua potable es un bien extremadamente valorado en el mundo, sobre todo por aquellos países que no cuentan con los recursos hídricos o los económicos para llevar este servicio a su población, muchos literalmente mueren por falta de agua. El Perú, es un país privilegiado que lamentablemente no encuentra el rumbo para explotar sus recursos naturales en forma diligente y eficiente. Es lamentable que a pesar de la existencia de recursos económicos y de los presupuestos públicos conocidos año a año en los gobiernos locales, haya tanta negligencia como para no haber provisto ya de este servicio básico y con calidad, al 100% de los peruanos.

(*) Abogado, MBA, Mtr.Int. Liderazgo.

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