Editorial

¿Ahora sí, como el ave Fénix?

Hospital La Caleta:

Después de catorce años de mantenerse sumergido en un  mar de incertidumbre, desaciertos y falsos ofrecimientos, pareciera que recién el jueves de la semana pasada las gestiones para la construcción del nuevo hospital La Caleta por fin estarían saliendo a flote y pisando  tierra firme. En una mesa de trabajo realizada en las instalaciones de este nosocomio, los máximos representantes de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN),  del gobierno regional de Ancash y de la municipalidad provincial del Santa, se han puesto de acuerdo  para reiniciar las gestiones  en forma concertada  y no  tener que repetir los errores del pasado.

Desde el año 2010, cuando  el gobierno regional  estuvo a punto de lanzar la licitación en forma unilateral, las gestiones se han realizado irresponsablemente bajo los dictados de la demagogia y la improvisación. El estudio  de pre inversión y el expediente técnico que se contrató y aprobó en aquella oportunidad  jamás  sirvieron para nada. Lo único que  consiguió con ello fue el arreglo descarado de arbitrajes a favor de empresas consultoras, que el gobierno regional  se esmeró en pagar con la mayor  celeridad y complacencia. Se calcula entre 15 y 20 millones de soles el gasto inútil que se ha realizado en nombre del Hospital de los Pobres.

Uno de los acuerdos adoptados durante la reunión del jueves, consiste precisamente en dar por concluido todo lo malo que se ha hecho hasta este momento y asimismo ponerse de acuerdo para que todo comience de nuevo, evitando repetir los vicios que tanto tiempo  y tanto dinero han hecho perder. Como debió ser desde un primer momento, esta vez  la elaboración del estudio de pre inversión y el expediente técnico, será convocado a licitación  y no contratado a dedo.

Otra de las cosas saltantes que ha concitado pleno consenso es que, por ahora, el presupuesto de la obra no tiene techo.  El monto exacto de la inversión recién se sabrá  cuando dichos estudios sean debidamente concluidos y  aprobados. Pero cualquiera  que sea este monto, ya existe el compromiso del ANIN de aportar el 70 por ciento del presupuesto, en tanto que el aporte del gobierno regional de Ancash  será del 30 por ciento.  Por su parte, la municipalidad provincial del Santa mantiene  su compromiso de  actualizar el proyecto de habilitación urbana, que es pieza clave para obtener  el saneamiento físico y legal del terreno.

Bajo estos auspicios, la  gestión  del nuevo hospital La Caleta no deja de inyectar una nueva esperanza en la población. Ante lo que viene sucediendo con los hospitales El Progreso y San Jacinto, precisamente por la mala elaboración de estudios y expedientes técnicos, lo menos que se puede esperar es que esta mala experiencia no se repita con el Hospital de los Pobres.

Tanto en ANIN como en el gobierno regional de Ancash y en la municipalidad provincial del Santa, laboran funcionarios que supuestamente han acreditado un mínimo de 5 años de experiencia en gestión  pública.  Por consiguiente, existen razones para  confiar que,  tal como sucedió con la mitológica ave Fénix,  el proyecto del nuevo hospital La Caleta  renazca de sus cenizas.