Opinión

Revocatoria de autoridades: ¿El poder es nuestro?

Por: Oscar Wong (*)

A partir de junio del presente año, se podrá adquirir el kit electoral para solicitar la destitución de alcaldes o gobernadores ante la ONPE. La revocatoria de autoridades, es un acto popular de control ciudadano, que refleja la insatisfacción con la gestión de determinada autoridad. Es el poder que tiene y ejerce el elector cuando considera que el gobernante no debe continuar más en el cargo, retirándole su confianza para que sea reemplazado. Sin embargo, debiendo ser protagonistas, son pocos los ciudadanos que conocen este tema y de que les asiste este derecho, un claro reflejo de la escasa participación en la vida política del país.

Así como elegimos a un gobernante, así mismo podemos lograr su destitución. Es un derecho Constitucional, que además se ampara en la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos, Ley 26300. Para que proceda una revocatoria, el kit electoral debe contener las firmas válidas del 25% de electores hábiles de la circunscripción de la autoridad que se cuestiona. Luego de ello la ONPE convoca al voto popular, debiendo concurrir el 50% de electores hábiles. La revocatoria de la autoridad se declara, solo si aquellos que desean se le destituya, suman el 50% + 1 del sufragio total. Además de ello, para aquellos que realizaron las iniciativas de revocatoria, tienen derecho a que se le reembolsen los gastos que efectuaron, siempre y cuando, el proceso concluya con la separación del cargo de la autoridad.

Cuando uno trabaja en el sector privado, al empleador no le es tan difícil despedir o retirar a un mal empleado. Si alguien no está haciendo bien su trabajo, luego de las oportunidades que ameriten, debe también poder ser retirado del puesto que ostenta. En el caso público, al contrario del privado, no es fácil, y lo pasamos a explicar; en las últimas elecciones del 2022 de acuerdo a la ONPE, y solo para tomar un ejemplo, la alcaldía de la Municipalidad Provincial del Santa fue obtenida con el 8.33% del total de electores hábiles, esto es, 30,019 votos de 360,306 electores. A pesar de este pequeño porcentaje (8.33%) del total de votos que logró la elección de esta alcaldía provincial, la fórmula normativa exige, superar una primera valla: que alguna persona o agrupación de personas, estén dispuestas a asumir la iniciativa de revocatoria y a solventar los gastos que esta origine; allí ya tenemos un desplome. Luego, para dar pase a la revocatoria, la segunda valla a superar, es que el kit electoral tenga el 25% de firmas válidas de los electores, ósea, al menos 90,077 de ellos; la tercera valla, es que a la votación asista al menos el 50% de los electores hábiles, es decir 180,153 votantes; y la cuarta valla, es que de estos, el 50% + 1 vote a favor de la vacancia, esto es, al menos 90,077. Dicho esto, hay una clara sensación de que, el proceso de revocatoria de autoridades, resulta ser complicado de concretarse y ha de ser por ello, que las iniciativas son muy pocas y de muy bajo aliento.

El proceso de revocatoria más sonado fue el de la exalcaldesa de Lima, señora Susana Villarán en el año 2013; proceso que movió millones de soles en difusión tanto para el Sí (que la destituyan) como para el No (que continúe); entonces, deducimos que, cualquier iniciativa de revocatoria va a exigir un presupuesto no muy austero. El Perú cuenta con 1,834 alcaldes (194 de ellos provinciales); y de acuerdo con el JNE, las autoridades municipales sometidas a consulta popular de revocatoria en el 2017, fueron un total de 26 alcaldes distritales, esto es tan solo 1.42% del total de alcaldes; y en el 2021, fue un número de 13, esto es tan solo 0.71% del total de alcaldes, ¿tan bien está el Perú y la gestión de sus alcaldes? Vale añadir que, todas estas iniciativas se dieron en distritos pequeños de bajo electorado, no mayor a tres, cuatro o cinco mil electores, donde, evidentemente, son más fáciles de gestionar y de lograr. Estos datos evidencian que los grandes distritos, las provincias y los gobiernos regionales, tienen menos posibilidades de presentar este tipo de iniciativas.

Las vallas que se tienen que superar son realmente desalentadoras, aparentemente nos obligan a mantener y a continuar con las autoridades elegidas así estén haciendo un pésimo trabajo. Y no debe ser así, las reglas de juego electoral y de control ciudadano deben de cambiar, para bien y beneficio del elector. Para empezar, lo primero es que la revocatoria también debería incluir a la Presidencia y Congreso de la República, quien hace mal su trabajo debe irse a su casa; lo segundo es que, no debe ser una iniciativa popular sino una norma obligatoria el someter a todos los gobernantes, al menos una vez en cada gobierno, a la consulta popular de revocatoria (a mediados del tercer año de gobierno), más vale que hagan bien su trabajo sino a su casa; y tercero, el reemplazo no debe ser el siguiente en la lista partidaria (tenientes alcaldes, vicegobernador, vicepresidentes) sino el siguiente que obtuvo mayor votación popular, esto es, el candidato a la alcaldía, gobernador, presidencia, congreso, que quedó en segundo lugar. El Perú necesita que se realicen todos los cambios que hagan que el ciudadano tenga un verdadero poder electoral y se genere así una mejor clase de políticos que gobiernen nuestra nación y nuestras ciudades.

(*) Abogado, MBA, Mtr.Int.

Liderazgo.

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