Opinión

Jalado mi juececito

Por: WALTER MIGUEL

QUITO REVELLO

El auto de vista Exp 38-2024, de la Corte Suprema, nos enrostra en la cara la falta de seguridad jurídica, la mala interpretación de la Ley, lo inquisidor y carcelero que esta nuestro sistema de justicia, la falta de análisis de los jueces a la hora de interpretar la Ley, el poco o nulo esfuerzo que hacen los jueces a la hora de motivar los fallos.

En el Perú la prisión preventiva es la regla cuando debería ser la excepción, este fenómeno se da porque nuestros jueces no son capaces de analizar o apartarse de los criterios horriblemente que dictan nuestro nuestros jueces de la Suprema ya sean su sentencia o resoluciones administrativas. Son tres los presupuestos para la Prisión Preventiva: a) Que existen fundados y graves elementos de convicción. b) Que la sanción a imponerse sea superior a cinco años de pena privativa de libertad; y, c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular, permita colegir razonablemente que no tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización). Con relación al peligro de fuga se valoraba los arraigos.

El arraigo, que en términos sencillos significa como nos establecemos de manera permanente en un lugar. Este puede demostrarse de muchas formas como: tener familia, negocios, empresa, morada e incluso hasta la fe, porque me entronca a mis creencias a los que profesan lo mismo que yo. Sin embargo, por cuestiones ajenas a la interpretación del derecho y la búsqueda de la justicia. Nuestros jueces de la suprema han hecho fuente del derecho una interpretación errada de los arraigo y nuestros jueces de investigación preparatoria y las Salas han segundo dicho criterio como borregos sin poner oposición.

En setiembre del 2011 César San Martin firma un circular sobre prisión preventiva, que es la Resolución Administrativa Nº 325-2011-P-PJ, en el fundamento séptimo nos da a entender que todos tienen arraigo hasta el indigente, lo que hay que valorar es su calidad. Esta resolución prácticamente discriminatoria, fue acatada por todo el aparato de justicia, jueces y fiscales. Recientemente se ha publicado la casación 38-2024, Ayacucho, en su fundamento 2.9 refiere: “En ese mismo orden de ideas, en cuanto tiene que ver con el peligrosismo procesal, se sostuvo que el arraigo domiciliario es de mala calidad, lo mismo se dice del arraigo laboral. En primer término, no se concluye objetivamente por qué esa calificación cualitativa y, en segundo lugar, la norma requiere arraigo domiciliario y laboral, pero no distingue cualitativamente dichas condiciones” firmando por César San Martin. Lo que deja mal parado a jueces y fiscales.

La Ley Orgánica del Poder Judicial, art. 22, establece que las ejecutorias que han de ser de obligatorio cumplimiento serán publicadas en el diario El Peruano y los jueces que decidan apartarse tendrán que justificar su decisión. Los jueces que se aparten de un criterio tienen que motivar sus resoluciones. Es decir, justificar la decisión tomada, proporcionando una argumentación convincente e indicando lo bien fundado de las opciones que el juez efectúa. Y ello requiere un esfuerzo por estudiar, por aplicar conocimientos. Para que se pueda entender si a mí me dicen mi profesor que dos más dos, es cincuenta. Yo estoy en la obligación de refutar. De decir no profesor es cuatro,  usted está equivocado porque si no se hace toda la clase sabiendo que es cuatro dirán siempre que es cincuenta.

Es obligación de todos los ciudadanos controlar las resoluciones judiciales y no solo en el tema penal sino también en lo civil, laboral,  familiar etc., para que estas sean de calidad, para que sean justas. Porque lo que tenemos es un sistema judicial inquisidor con jueces y fiscales carceleros. De esta realidad no se escapa nuestra Corte Superior del Santa y nuestros fiscales del Santa. Un juez o fiscal no es la solapera o el terno que es parte del formalismo sino su sentencia resoluciones y disposiciones porque ahí se ve reflejado sus principios y conocimientos.