Editorial

La maldición de los expedientes técnicos

Nadie la detiene:

Para  los pobladores  de Chimbote y Nuevo Chimbote es inconcebible que la empresa consultora encargada de elaborar el expediente técnico de la Vía de Evitamiento y que los funcionarios públicos encargados de su aprobación,  hayan podido pasar por alto la existencia de una grave y abrumadora deficiencia en dicho documento de trabajo.  En ninguna de sus páginas,  el expediente  técnico plantea la necesidad de construir puentes peatonales en más de veinte cruces considerados de alto riesgo  que existen a lo largo de la vía, los mismos que han sido plenamente identificados por el ministerio de Transportes y Comunicaciones. Sin la construcción de los referidos puentes, el funcionamiento de la vía representaría un peligro latente para la población circundante. Eso quiere decir que por ahora, la vía de Evitamiento  es simplemente inviable.

Frente a tamaña negligencia, da la impresión que quienes elaboraron y aprobaron el expediente técnico lo hicieron  pensando  más en el aspecto vehicular que en el tema  peatonal. ¿No hubo  acaso un estudio  previo acerca de la obra y de la implicancia que ésta iba a tener para su entorno?.  A ambos lados de la vía se ubican extensas zonas  urbanas y agrícolas pre-existentes, cuyos moradores  necesitan conectarse diariamente no solo entre sí sino también con centros de abasto,  colegios, establecimientos de salud, centros de trabajo, etc.  Cuatro o seis de estos puentes en una vía de cuarenta kilómetros de longitud considerada de alta velocidad, no son  suficientes.

Al término del diálogo realizado anteayer con representantes de la población,  los técnicos de la sede central del Ministerio de Transporte han concluido que son veintidós  los puentes que se necesitan  construir a lo largo de la vía, para que ésta ofrezca seguridad. Esta conclusión será objeto de un informe que a su vez dará lugar a una adenda que finalmente será anexada al expediente técnico.  Se afirma que, cualquiera que sea el costo que represente la instalación de estos puentes, su construcción se tendrá que ejecutar, sí o sí, posiblemente en el plazo  adicional de un año.

Si en esta parte del país lo de la vía de Evitamiento fuese un caso único y excepcional, con toda seguridad no habría lugar para alarmarse. Los más expertos  suelen cometer errores. Pero cuando los errores de un expediente técnico se vuelven sintomáticos y repetitivos, ya son motivo para pensarlo dos veces.  Como si realmente fuese resultado de una maldición o ensañamiento, ha sido la mala elaboración del expediente técnico lo que ha llevado a la paralización de muchas obras de gran envergadura.

Una de ellas es la construcción del hospital El Progreso, cuyo expediente técnico no consideró la instalación de aisladores sísmicos, desconociéndose actualmente en qué situación se encuentra  la obra tras casi dos años de paralización y su reanudación hace semanas atras. La misma suerte ha corrido la avenida Costanera y otras obras públicas  también paralizadas debido a incongruencias halladas  en el expediente técnico. El último de estos casos ha puesto al borde del precipicio la obra del colegio  Politécnico Nacional del Santa, cuyo expediente técnico ya cumplió  dos años sin haber sido subsanado y mientras eso no suceda, la obra tendrá que seguir esperando.

Tanto como maldición, los expediente técnicos mal elaborados son una muestra no solo de Incapacidad e ineficiencia, sino también de la vigencia de vicios y malas prácticas que todavía subsisten y se imponen al interior de nuestra administración pública y que ya es hora de erradicar.