Por: Fernando Zambrano Ortiz
Analista Político
En el contexto político actual del Perú, la adaptación ideológica se presenta como un desafío crucial para los partidos tradicionales como el Partido Popular Cristiano (PPC) y el Partido Aprista Peruano (PAP). En un escenario donde el centro político ha ganado terreno sobre las posturas más extremistas, es imperativo que estos partidos se ajusten a las nuevas realidades políticas y sociales si desean mantener su relevancia en el escenario electoral.
El PPC, en particular, se enfrenta a la necesidad de “descaviariarse” para sobrevivir más allá de las próximas elecciones. Aferrarse a posturas ideológicas rígidas y desfasadas del presente solo les restará apoyo popular y los llevará a la irrelevancia política. Es esencial que el PPC interprete las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía del siglo XXI, manteniendo un equilibrio entre sus principios fundacionales y las demandas actuales de la sociedad.
Por otro lado, el PAP se encuentra en una encrucijada aún más compleja, donde debe definir si continuará siendo un partido socialista de izquierda o si optará por una postura más centrada y pragmática. El ejemplo del segundo gobierno de Alan García, que supo adaptarse a las nuevas realidades económicas sin perder de vista los ideales apristas, es un referente importante para el PAP en su proceso de redefinición ideológica.
Es crucial recordar que la extinción del PPC estuvo vinculada a la adopción de posiciones cercanas al progresismo y a los postulados generados por el Foro de Sao Paulo. Este hecho resalta la importancia de la adaptación ideológica como un factor determinante para la supervivencia y relevancia de los partidos políticos en un entorno cambiante.
En un contexto donde el Perú se ha desplazado hacia el centro político, es fundamental que los partidos tradicionales como el PPC y el PAP reflexionen sobre su futuro y se ajusten a las nuevas realidades.
La capacidad de interpretar las necesidades de la ciudadanía y proponer soluciones realistas y pragmáticas, sin perder de vista sus principios fundamentales, será clave para recuperar la confianza de los votantes y mantener su posición como actores relevantes en la escena política nacional.