Editorial

¿Saneamiento con contrabando?

Chinecas:

De cumplirse el calendario anunciado hace dos días  por el ministro de Agricultura Miguel Manero Campos, a más tardar en los próximos doce meses se estaría consumando, con todas las de  la ley, uno de los hechos más nefastos que se han producido en la historia de la administración pública nacional. Ese es el plazo que han fijado de mutuo acuerdo el ministerio de Agricultura y el gobierno regional  de Ancash  para llevar a cabo el “saneamiento” físico y legal de 18 mil hectáreas de propiedad de Chinecas que se encuentran en poder de  2 mil posesionarios y que merced a este procedimiento  se van a convertir en legítimos propietarios de dichas tierras.

El anuncio del ministro, tuvo lugar luego de la suscripción del convenio entre el  ministerio de Agricultura y el gobierno regional de Ancash cuya finalidad es llevar a cabo este proceso, ya que sin él sería imposible que se avance y apruebe el estudio de pre inversión de lo que será el nuevo proyecto  de irrigación Chinecas, el mismo que en este momento ya se viene elaborando. ¿No hubiera sido preferible realizar primero el saneamiento y saber a ciencia cierta qué terreno se está pisando, antes de proceder a ofertar las tierras a la inversión  privada?.

Ante el silencio del gobernador regional Fabián Koki Noriega sobre el tema de Chinecas, el ministro de Agricultura se ha visto en la obligación de reconocer públicamente  una gran verdad. De las 33 mil hectáreas que actualmente posee el  proyecto Chinecas, 18 mil de ellas ¡más del 50 por ciento! están invadidas. Una triste realidad que ya no podía ocultarse por más tiempo. Un hecho que dice mucho de la forma frívola,  politiquera e irresponsable con la que, sin excepción, todas las administraciones regionales han conducido el proyecto de irrigación hasta el día de hoy.

Aún cuando podría aceptarse aquello de que el fin justifica los medios, el proceso de saneamiento por el que han apostado el ministerio de Agricultura y el gobierno regional de Ancash no es otra cosa que meter a todos los invasores de Chinecas en un mismo saco, incluyendo aquellos que han realizado agricultura y a los otros que no lo son y que solo han acumulado tierras y otros que las ocupado a la fuerza.

El mismo derecho que le asistirá a quien invadió 5 ó 10 hectáreas, lo tendrá aquel que se ha apropiado de 100 ó 300 hectáreas?.  Es una pregunta en voz alta. Tendrán el mismo procedimiento aquellos que ingresaron pacíficamente a esa tierras o los que lo hicieron violentamente?. Cómo quedarán aquellos que están en posesión y lo hicieron con concesiones mineras y que ahora fungen de agricultores?. Cómo quedarán aquellos que tienen inscripciones de acciones y derechos de ventas fraudulentas de la Comunidad Indígena de Chimbote?. Habrá respuestas a estas preguntas?.

Al final, nadie ha pagado ni un solo sol por las tierras y si lo han hecho ha sido a traficantes de terrenos. Lo mismo pasa con el agua,  que han pagado, durante todos estos años,  a esa mafia enquistada en el propio Chinecas a vista y paciencia de todos.

Lo fundamental será que esos que ingresaron por la fuerza y que acumulan muchísimas hectáreas de terreno no se contrabandeen con el grueso de posesionarios que tienen 5 hectáreas cada uno. Este proceso de saneamiento tiene que ser meticuloso de otra manera veremos a muchos audaces convertidos en propietarios.