Editorial

Que las aguas sean cristalinas

Lo que necesita Chinecas:

Y se hizo la luz. En un comunicado oficial hecho público el día de ayer, la gerencia general del proyecto especial  Chinecas ha precisado en pocas palabras algo que este organismo debió advertir y dejar en claro públicamente  hace muchísimo tiempo. El comunicado precisa que las tierras de Chinecas son intangibles,  inalienables  e imprescriptibles con fines agrícolas y añade que su titularidad, a nombre del proyecto,   está inscrita en la partida registral N° 07023371 de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos, SUNARP.

Y, en lo que podría ser un oportuno mea culpa, advierte  haber tomado conocimiento que personas inescrupulosas alegan tener coordinaciones o “arreglos”  (bajo la mesa) con actuales funcionarios del proyecto Chinecas para invadir terrenos y vender ilegalmente áreas que son propiedad del estado. Un golpe de pecho justo y necesario.

Por otra parte, el documento oficial deja en claro que  la “actual gestión” no avala ningún acto de corrupción  y, de comprobarse la vinculación de algún servidor del proyecto con estos actos,  se tomarán las medidas disciplinarias y/o sancionadoras que el caso  amerite. Nunca es tarde para remediar los errores que se heredan o asimilan.

Para finalizar, la gerencia general  del proyecto  exhorta  a los vecinos a no dejarse sorprender por traficantes de tierra o supuestos dirigentes de invasores, quienes estarían tomando el nombre de funcionarios de Chinecas para fomentar ocupaciones ilegales. Aun  cuando lo afirmado por el comunicado es una realidad largamente conocida y reiteradamente denunciada, no por eso deja de tener trascendencia; pues es la primera vez que el proyecto especial Chinecas aborda el tema de manera precisa y frontal.

La publicación del comunicado ha tenido lugar pocos días después que el ministro de Agricultura, Ángel Manero Campos, en declaraciones exclusivas ofrecidas al DIARIO DE CHIMBOTE, confirmara en todos sus extremos otra verdad indiscutible. De las 33 mil hectáreas que el proyecto  Chinecas tiene registradas  en la SUNARP, 18 mil de ellas, o sea más de la mitad,  se encuentran en poder  de 2,001 invasores, hecho que por más de una razón  pone en riesgo la viabilidad del proyecto. La sola presencia de uno o dos invasores, bastaría para que Chinecas sea declarado legalmente  un proyecto inejecutable.

Cortando por lo sano, el titular de Agricultura ha anunciado que la ocupación de estas 18 mil hectáreas será objeto de un proceso de  saneamiento físico y legal que se realizará en el término de un año. Implícitamente, el  ministro Manero ha dado a entender que ninguno de los invasores se quedara en la calle. Todos, incluyendo a muchos  trabajadores de Chinecas, serán salvados por el saneamiento.

Pero algo que ni el ministro Manero ni el comunicado de Chinecas han precisado, es en qué situación van a quedar aquellos invasores que le han sacado la vuelta a la intangibilidad de las tierras de Chinecas, valiéndose de documentos de “donación” expedidos por los traficantes que se escudan detrás de la inexistente comunidad de indígenas de Chimbote y Coishco, los mismos que increíblemente han sido oleados y sacramentados por la SUNARP.

Si lo que se quiere es que Chinecas retome el cauce  de la legalidad y la viabilidad, es necesario dejar atrás la época de las aguas turbias y empiecen a circular las aguas cristalinas.