Editorial

Chinecas es un pandemonium

Ahora más que nunca:

En un impromptus  que tomó por sorpresa a todo el mundo, el pasado 4 de abril el gobernador regional de Ancash,  Fabián Koki Noriega Brito, sostuvo  ante la prensa nacional  que en ese momento  el 95 por ciento de las tierras de Chinecas “están libres” y que solo falta sanear el 5 por ciento de ellas. Fue en Lima, durante la firma del contrato del consorcio alemán encargado de realizar el nuevo estudio de viabilidad del proyecto.

Nadie por supuesto creyó en la fantasiosa  e imprudente afirmación del gobernador regional. Con toda seguridad, ni él mismo. Sostener que el  95 por ciento de las tierras de Chinecas “están libres” es como afirmar que el día tiene 36 horas. Hasta el más desentendido en asuntos regionales, sabe con conocimiento de causa que eso es totalmente falso;  una mentira tan grande y notoria  como el mismo Huascarán.

Días después sin embargo, funcionarios del ministerio de Desarrollo Agrario se encargaron de enmendar la plaza al gobernador. De la manera más discreta, los funcionarios del gobierno central dieron a conocer que, de las 33 mil hectáreas que Chinecas tiene registradas a su nombre  en la SUNARP,  18 mil de ellas, más del 50 por ciento, están hace más de veinte años en poder de invasores.

Una vez más quedaba demostrado que la mentira causa más daño que la realidad. No obstante saber a plenitud que las declaraciones del gobernador regional eran y son cien por ciento  falsas, éstas han sido aprovechadas  ¿cuándo no? por los propios invasores para jalar agua sus molinos.

Después de haberse negado por más de veinte años a sanear su situación legal, ahora los invasores han decidido cubrirse con piel de oveja.  Ante la comisión integrada por el gobierno regional de Ancash y el ministerio de Desarrollo Agrario, encargada del saneamiento  de las tierra invadidas, éstos están exigiendo  que en este proceso se les otorgue el status  de posesionarios y mejor aún de “sector privado”,  menos invasores.  Acostumbrados como están a imponer sus caprichos y dar las órdenes al interior de Chinecas,  son capaces de lograr semejante despropósito.

Acostumbrados asimismo a hacer tabla rasas de las disposiciones legales, un grupo de ellos, quienes se ufanan de haber realizado exportaciones por más de mil millones de soles, ha contratado como asesor a un ex funcionario de Chinecas para que los proteja de todo mal. Y no solo eso. También han conseguido que el Congreso de la República  que se discuta un proyecto de ley “para promover y consolidar la reactivación económica y la inversión privada en el ámbito del proyecto Chinecas”. El papel aguanta todo.

Pero en tanto el desorden se mantenga en Chinecas, todo indica que los invasores se van a dar el gusto de ganar tiempo que deseen  para seguir haciendo de las suyas. Esto es, trabajando o alquilando las tierras invadidas, sin pagar un sol a Chinecas y más bien evadiendo el pago de impuestos al estado.  Asimismo, con el pretexto de encontrarse en “vías de regularización”,  nadie les va a prohibir que sigan rompiendo compuertas y  utilizando motobombas para sustraer el agua a su antojo o para construir puentes sobre el canal principal. ¿Esto va a promover la inversión privada, como quieren hacernos creer?.

Como ya lo hemos dicho con la mejor buena intención, mientras el gobernador regional se esmere en seguir ocultando la verdad y dejándose seducir por cantos de sirena, Chinecas seguirá siendo un verdadero pandemonium. ¡Pobre Ancash!.